Tres cuartas partes de esos fondos (1.735 millones) son apostados en las mesas de juego, mientras que los 709 restantes se juegan en las tragamonedas. El grueso del incremento del gasto en los casinos ha ido a parar a los tapetes, en los que las apuestas han crecido en 654 millones en seis ejercicios. Ocurre algo similar con las cantidades de dinero que se juega cada habitante. Las apuestas en los casinos se duplicaron en esos seis años, al pasar de 27,73 euros a 55,43. También subió la postura teórica en las tragamonedas, que crecieron de 188,51 euros anuales a 243,24. Por el contrario, decreció la actividad en los bingos, en los que la cifra jugada por habitante cayó de 92,14 euros a 86,91. También han aumentado las visitas a las salas de juego. En dos años, del 2003 a 2005, el número de personas que entró en los casinos españoles pasó de 2,96 millones a 3,47. Crecieron en nueve de las catorce comunidades. En Aragón, pasaron de 72.190 a 83.161 en ese periodo.
Fuente: El Periódico (Aragón)
Fuente: El Periódico (Aragón)
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