Mientras tanto, el gremio ratificó en un escrito su pedido a la Justicia y a las autoridades nacionales para que se adopten las medidas necesarias tendientes a la reapertura del casino y al resguardo de las fuentes laborales, a la vez que criticó duramente a un grupo de delegados. En ese sentido, tanto el Sindicato como la empresa que explota las salas de juego pidieron en un documento conjunto que se permita el funcionamiento habitual del casino a través del resguardo de los diferentes accesos al predio. Por otro lado, el gremio reiteró que “no se están llevando a cabo medidas de acción directa concertadas colectivamente y decididas por Aleara”. Señaló al respecto que lo que se produce son “medidas ilegítimas encabezadas por el cuerpo de delegados, un grupo reducido de trabajadores despedidos con causa y agrupaciones políticas ajenas a la actividad de la empresa y de la entidad gremial”. El conflicto que ahora mantiene las salas de juego cerradas había tenido un pico el 9 de noviembre pasado, cuando un grupo de delegados protagonizó violentos enfrentamientos dentro de los barcos, los cuales dejaron heridos y serios destrozos. El 12 de diciembre, la jueza federal María Servini de Cubría dispuso la clausura del predio al no contarse con las garantías necesarias para el ingreso del personal que pretendía trabajar.
Fuente: (NA)
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