Argentina - Los Jugadores Anónimos del Grupo Vivir organizaron una charla para ofrecer información sobre la Ludopatía y la manera de recuperarse a través de los grupos de ayuda.
Más de 100 personas se reunieron el pasado sábado en el salón de la calle Alem 51, en Lomas de Zamora, para participar de una charla abierta a la comunidad acerca de la Ludopatía. El encuentro estuvo a cargo de la psicóloga invitada Liliana Baba, quien habló sobre la manera de recuperarse a través de los grupos de ayuda.
La cita que se hace todos los años fue convocado por Jugadores Anónimos del Grupo Vivir de Lomas, en la cual se trataron diversos aspectos de la Ludopatía, enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud y que afecta a miles de personas en Argentina.
Entre los expositores se encontraban un jugador y un familiar de gente que sufre esa adicción. Ambos contaron sus experiencias de vida y explicaron el modo en que intentan salir de la afección, o cuánto les costó recuperarse.
“Queremos que la gente sepa que esa enfermedad crónica se puede tratar y hacer muchas cosas para mantenerla dormida. El tipo de programa que ofrece en el mundo es uno de los más efectivos que se dictan en el mundo”, explicó la psicóloga.
Y agregó: “Acá se desarrolla un abordaje psico- educacional completo, herramientas, técnicas y maneras de mantenerse en abstinencia. Por otro lado, le proporciona una base espiritual para afianzar nuevamente la reconstrucción de los valores que el adicto al juego pierde”.
Con respecto a la enfermedad explicó que “se trata de una adicción comportamental, que hace que la persona desarrolle una necesidad constante de jugar y de esa manera se va construyendo una auto droga”. Frente al público que escuchaba expectante, uno de los jugadores en plena recuperación contó su experiencia y el extenso trabajo para salir de la adicción que lo “torturó” durante ocho años. “Doy mi testimonio para ayudar a los demás y para decirles que hay una esperanza de vida. Que el grupo es una gran fortalece para salir adelante. Yo tenía todas las condiciones para ser un hombre exitoso, pero un día comencé a jugar y mi vida se derrumbó. Todas las semanas me la pasaba en el bingo, empecé a mentir y en tres años mi vida se fue abajo y casi pierdo a mi familia”, contó Hugo a los presentes.
Y detalló: “Desatendí a mi familia y a mi vida en general, pero con la ayuda del grupo logré salir adelante y por eso estoy acá en el frente contándoles a ustedes lo que me tocó vivir”.
El público también compartió la charla y entregó preguntas acerca de la problemática y de las soluciones posibles a la adicción. Otra de las expositoras fue Estela, hija de jugadores, que animó a los familiares a “entender a los enfermos y acompañarlos a salir”.
Fuente: InfoRegión (Argentina)
martes, 18 de diciembre de 2007
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