España - La Autoridad Portuaria inició los pasos para el traslado del Gran Casino de la capital grancanaria a la antigua estación del jet-foil, en el muelle de Santa Catalina. La propiedad del recinto donde se instalará el casino volvió a manos portuarias, y ahora se abre el plazo de las ofertas.
La “voluntad de transparencia” -y el hecho de que la Ley le obliga- del nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Javier Sánchez-Simón, le ha llevado a anunciar ayer la apertura a otros empresarios de la oferta de concesión del espacio de la antigua terminal de Jet Foil, donde el empresario Juan Padrón quiere trasladar el Casino de Las Palmas. Sánchez-Simón hizo este anuncio tras explicar que la Autoridad Portuaria había recuperado, gracias al derecho de tanteo, el local con destino a bar-restaurante que el empresario Padrón había comprado a Pedro Loyola, por lo que el Puerto vuelve a poseer el “paquete completo” de las instalaciones del Jet Foil. Ahora y según explicó el presidente, se debe abrir un proceso de competencia en el que tendrá que escuchar las ofertas de otros empresarios además de la ya presentada por Padrón, y en caso de que hayan otras propuestas interesadas, deberá abrirse un proceso público de adjudicación.
El propio Sánchez-Simón admite que “si nadie se ha interesado” en tantos años por este complejo lo más probable es que sea el empresario Juan Padrón quien termine accediendo a esta concesión, aunque resaltó que a pesar de ello el proceso irá por los cauces legales pertinentes. No obstante, todo este proceso será largo ya que, si no hay más ofertas y se concede el traslado del casino de Las Palmas a esta instalación (que además del casino y el bar-restaurante también contempla dos plantas de estacionamiento) las obras deberán esperar al menos un año para que la parte inferior de la instalación se adapte al tránsito de cruceros. A las 10.30 horas el Restaurante Noray era de Juan Padrón y a las 10.32 horas ya era de la Autoridad Portuaria, para que cuando saque en trámite de competencia, es decir, informar de una concesión y que los empresarios la pidan, sacar la concesión completa, incluidos el parking y el restaurante.
Fuente: Canarias 7 (España)
viernes, 21 de diciembre de 2007
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