Hasta el momento se atiende sólo a 55 personas, razón por la cual no se ha podido conformar un grupo donde los miembros interactúen. Además, comenta el creador de Jugadores en Recuperación, no todos quieren hablar frente a otros.
“La gente va cuando quiere”, dice Carlos de Moral, aunque los días en que más atiende son los martes.
“Se habla de que toda la vida se debe buscar ayuda porque las adicciones sólo se controlan, no se van. Cuando tuve problemas de alcoholismo asistí a un grupo; no cumplí ni el año y dejé de ir porque yo mismo renuncié a tomar. Ahí me di cuenta de que recibir ayuda es muy bueno, pero que también la gente se hace adicta a los grupos de autoayuda”, comenta.
De acuerdo con el entrevistado, buscarle un sentido a la vida es la mejor alternativa para salir de un vicio. “En mi caso ha sido el servicio que brindo, no cobro nada porque quiero ayudar; la logoterapia me ayudó a hacer a un lado mis adicciones”, aseguró.
La metodología de Jugadores en Recuperación sigue los mismos 12 pasos de los de Alcohólicos Anónimos, sólo que aplicados a los juegos de azar.
Entre ellos se incluye la aceptación de una debilidad ante el juego, de una vida ingobernable, un compromiso para salir del problema, un análisis interno y un recuento de los daños causados a su familia y a ellos mismos, entre otros.
En su afán por erradicar la ludopatía, Del Moral ha escrito dos libros: Bingo, me lo contaron las lenguas de doble filo y Juegos de Azar. Soñar no cuesta nada, jugar... puede costarlo todo.
La realidad en el casino
En México, los salones de apuestas y juegos de azar se hacen cada vez más comunes y legales.
“Esos sitios están hechos ex profeso para que la gente se vuelva adicta. No hay ventanas a la calle, sólo hay luz artificial, la gente que atiende es joven y guapa, dan un trato amable, de repente mandan cortesías, promociones, hay buena bebida, buena comida, en fin, muchos ganchos para que la gente se quede ahí”, dijo Carlos de Moral.
Comentó además que pese a lo que se cree sobre las fuentes de empleo que generan los casinos, esto es sólo una verdad a medias. “Quienes trabajan en las salas de apuestas ganan bien, pero un casino es tan llamativo que los negocios aledaños se empobrecen”.
¿Socializar? Muchos de los pacientes del logoterapeuta son gente de la tercera edad, que en un principio acuden a jugar no sólo por diversión, sino por sentirse en compañía. “Y paradójicamente, en estos lugares no se puede socializar, porque hay que estar atento al juego”, explica.
Otra de las tendencias en los casinos es la creciente participación femenina. “Yo podría hablar de un 60 o 65 %”.
Aunque México no está ni cercano a convertirse en Las Vegas, la gente sí está adquiriendo hábitos de adicción hacia el juego. “Creo que este problema nos ha superado por la falta de educación y porque hay desempleo”.
Más información: Tels. 2576-7340 y 04455 16 29 65 53. jugadoresenrecuperacion@yahoo.com.mx.
Rezagos
• No existe un programa gubernamental contra la ludopatía.
• No hay un estudio que diga cuántos ludópatas hay en México. La UNAM propuso hacer una investigación, pero no se le dio presupuesto.
• Faltan asociaciones como lo que hace el grupo de autoayuda Jugadores en Recuperación.
• La ludopatía no es una adicción reconocida como lo es el tabaco, el alcohol y las drogas.
Fuente: El Universal
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