Cuando muchos piensan que un busto bien proporcionado puede abrirle a su dueña varias puertas, a la británica Helen Simpson se le cerraron.
Según informa 20 Minutos, que recoge la noticia del Dominion Post, la mujer de 33 años llegó de vacaciones a Nueva Zelanda para, además, celebrar su cumpleaños.
Sin embargo, recibió un pésimo regalo cuando en un casino la localidad neozelandesa de Christchurch le pidieron que se retirara porque sus pechos les parecían 'ofensivos' a los demás clientes.
Y es que de acuerdo al medio, el escote que llevaba Helen, así como los saltos que daba por estar ganando en la ruleta, provocaron molestia en quienes se encontraban alrededor de ella, por la forma en que se movía su busto.
Pese al reclamo de Simpson, el casino decidió ponerse de parte de los jugadores y amablemente le invitaron a abandonar el local.
Fuente: peru21
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