Le dijeron no va más a un casino clandestino

Argentina-Sta. Fé - Parece que a algunas personas no les resulta suficiente que el juego clandestino se haya legalizado en la provincia de Santa Fe.
Quizás, las largas distancias que los separan de los dos casinos que ya están funcionando (uno en la capital provincial y otro en Melincué) no les permita satisfacer sus gustos con comodidad. Y tampoco tienen ganas de esperar a que se inaugure la monumental sala de juegos que se está levantando en la zona sur de Rosario.
Por eso, mientras tanto, van haciendo sus apuestas en otros lugares. Claro que para la ley eso no está bien y entonces llega la policía, secuestra las máquinas tragamonedas que encuentra y pone punto final al juego clandestino. Eso ocurrió la tarde de ayer en Arroyo Seco.
Todo se desencadenó a partir de las 14 cuando una brigada de Leyes Especiales de la Unidad Regional II de policía llegó hasta un local de Hipólito Yrigoyen al 200, en la ciudad de Arroyo Seco, con una orden de allanamiento librada por la Justicia. Los pesquisas tenían "información de calle" de que allí funcionaba una sala de juego clandestino y no estuvieron errados.
Fin de juego. En el lugar, montado como un modesto pero coqueto bar, se hallaron seis máquinas de las llamadas tragamonedas. Cinco de ellas, con pantallas de 20 pulgadas, estaban destinadas a distintos juegos de azar mientras que otra sólo estaba programada para partidas de póker.
Cuando los agentes llegaron al local no había ningún apostador invirtiendo sus monedas pero sí estaba el encargado del boliche que terminó demorado por infracción a la ley de juegos y a disposición del Juzgado de Circuito número 33, con asiento en Villa Gobernador Gálvez y jurisdicción en la zona sur de la provincia.
Los pesquisas lo identificaron como Máximo C., de 35 años, quien ahora deberá rendir cuentas ante la Justicia de su emprendimiento, algo que jamás estuvo aceptado en la provincia de Santa Fe y mucho menos ahora que las grandes salas de juego han sido habilitadas y parte de la recaudación va a parar a las arcas oficiales.
Fuente: lacapital