España - El Casino de Asturias potenciará su escuela de crupieres a partir del próximo año. El Centro de Formación ha recibido a 186 alumnos --la mayor parte (148) durante el año que se inauguró el equipamiento-- desde que abrió sus puertas en el 2005.
El objetivo entonces era cubrir la demanda de plantilla que precisaba el centro de juego en determinados momentos pero a partir del 2009 la intención es nutrir de crupieres a la ciudad para que el Casino amplíe su actual bolsa de empleo.
El Centro de Formación del Casino de Asturias finalizó el cuarto curso que impartió desde el 14 de octubre al pasado día 23. 14 alumnos dedicaron cinco horas semanales a su formación como crupieres, especializados en black jack en esta ocasión. La actividad formativa de esta escuela se inició en el 2005 con 148 alumnos de los que el Casino contrató a 108 alumnos. Al año siguiente, se ofertó otro que cursaron 11 alumnos. Todos entraron a trabajar en las salas de juegos del grupo Díaz Carbajosa. En el 2007, se celebró otra sesión formativa con 13 personas y el Casino contrató a ocho.
La realización de los cursos se anuncia a través de las oficinas de empleo y en prensa regional. Las personas que se presentan deben superar una prueba de psicotécnicos para demostrar sus habilidades en cálculo numérico y atención a clientes. Posteriormente se someten a una entrevista, según explicó la nueva gerente del Casino, Natalia Cerra. Los cuatro cursos impartidos tuvieron una temática variada: ruleta americana, póker o black jack.
"Tenemos un proyecto para abrir los cursos a otras temáticas, por ejemplo, al mundo de la hostelería", indicó Cerra. Los cursos afrontan distintos niveles. El cálculo y el manejo de fichas son las nociones básicas. La crupier y profesora, Yolanda Rodríguez, añade que "damos mucha importancia a la atención al cliente porque la aptitud es fundamental. Hay que cuidar todos los detalles para no molestar al jugador y saber transmitirle el juego". Rodríguez indica que "no hay un perfil ideal para los alumnos. Vale cualquier persona con ganas de trabajar, agilidad mental y fluidez manual. Lo importante es que el crupier transmita que el casino es un lugar de ocio y un atractivo turístico".
Miguel Angel Gundin es uno de los 14 alumnos que finalizó el curso de black jack. Para él, ser crupier "es una opción interesante de trabajo, una oportunidad". Gundin admite que "hacen falta muchas horas de entrenamiento para manejar las fichas pero con la rutina se consigue". En su opinión, "al ser crupier te cambia la mentalidad del juego, dejas de ser jugador y estás sujeto a unas reglas, ya no decides".
Fuente: lavozdeasturias
lunes, 29 de diciembre de 2008
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