martes, 30 de diciembre de 2008

La ONCE sigue en caída libre: las ventas bajan el 3% pese a los nuevos juegos.

España - Ni los nuevos juegos ni los cinco sorteos extraordinarios celebrados a lo largo de 2008 han servido para evitar la caída de las ventas. Es el único juego que tiene pérdidas en España.
Hasta noviembre, la Lotería Nacional había logrado subir su facturación algo más del 1%.
El tiempo se le va acabando a los actuales gestores de la Once, la organización de ciegos del país de la que dependen más de 70.000 personas. En lo que va de año, hasta noviembre, la institución ha sucumbido ante la crisis y su cifra de ventas ha caído un 3,13% respecto al año pasado. Es el único juego que cae porque la Lotería Nacional, hasta esa fecha, había subido su facturación en algo más del 1%.
Con todo, lo peor no es que la Once vaya a acabar el año bajando sus ingresos por primera vez en mucho tiempo, sino que a los gestores de la institución se les acaban las fórmulas para evitar futuras pérdidas. Porque es especialmente significativo que la Once facture menos pese a haber contado durante este 2008 con dos sorteos extraordinarios más que en 2007.
El año pasado, la organización celebró tres sorteos extraordinarios (marzo, junio y agosto) e ingresó un total de 110,5 millones de euros. Gracias a que hizo una convocatoria más que en 2006, la institución presidida por Miguel Carballeda consiguió cerrar el año 2007 con un ligero aumento de sus ventas de un 1,1% pese a la caída de sus juegos tradicionales como el cupón.
¿Qué ha pasado en 2008? Que los sorteos extraordinarios ya no sirven para seguir aumentando las ventas. Como se puede ver en el gráfico adjunto, este año ha ingresado 147 millones de euros por las cinco sorteos extraordinarios, un 33% más. Pese a ello, y por primera vez en mucho tiempo, las ventas totales caen. El cuponazo cae un 5% y el diario sube un 0,2% porque el calendario ha querido que hasta noviembre de 2008 hubiese 30 sorteos más que en 2007.
Subvención
Estas cifras tienen varias consecuencias. En primer lugar, que el Estado, vía Loterías y Apuestas del Estado, tendrá que salir al rescate otra vez de la institución y, en virtud del acuerdo firmado con el Gobierno en 2004, le dará la diferencia entre los ingresos presupuestados y los realmente vendidos. El Estado ya ha tenido que subvencionar a la Once en dos ocasiones: diez millones en 2006 y 84 millones en 2005, según ha reconocido el propio Carballeda.
La segunda consecuencia es que la situación en la Once, donde siguen los mismos gestores desde hace 20 años y siguen ganando las elecciones internas con el 95% de los votos, puede dar alguna sorpresa en el futuro porque ya no hay más posibilidades de aumentar las ventas. No se pueden hacer más sorteos extraordinarios y será difícil que el Gobierno les conceda la posibilidad de un sorteo en Navidad, como llevan años solicitando. La Lotería Instantánea, conocida como el rasca-rasca, tampoco sirve ya porque se ha desplomado.
Por eso, lo peor en la Once está por llegar. Según admite el propio presidente de la institución cuando pide al Gobierno que les permita hacer un sorteo de Navidad, los servicios sociales que presta esta legendaria e imprescindible institución a los miles de discapacitados que hay en España “están en peligro”. De hecho, poco a poco la organización ha ido recortando los servicios que presta a sus afiliados, como por ejemplo algo tan simple como pagar el transporte a los guías de los afiliados.
Fuente: negocios.com

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