viernes, 7 de marzo de 2008

Sobre la falta de regulación de los casinos

El Salvador - Deseo en esta oportunidad referirme a este tema casi olvidado consciente o inconscientemente por las autoridades respectivas.
Esta herencia de las máquinas traga monedas (traga perras) que a juicio del Ex Alcalde Valiente era una distracción que el pueblo necesitaba, ha demostrado en la práctica que es una de las “Distracciones” más nefastas y de las menos recomendables para la economía de los hogares salvadoreños.
Es cierto que estos “Negocios” han generado algunas fuentes de trabajo y un risible impuesto municipal en relación con sus ingresos, pero el costo social raya en los límites de lo exorbitante, ya que ante la precaria economía familiar que vive la mayoría de los salvadoreños, la ilusión de conseguir dinero “fácil” ha ido creando una adicción en los usuarios, en la cual la dimensión del riesgo se desprecia y el valor del dinero se pierde.
Tengo entendido que en el país esta funcionando un grupo donde noche a noche se reúnen con miras a su recuperación personas que manifiestan haber sufrido perdidas cuantiosas, esto aunque suena mal, es una realidad que hay necesidad de atender y dada la magnitud de las pérdidas de los usuarios debería ser hecho en una forma responsable al menos por la Defensoría del Consumidor.Hace uno años una columnista en un diario local clamaba por que el acceso a estos establecimientos fuera permitido únicamente a los extranjeros.
Luego de conocer estos casos casi trágicos, la experiencia ha demostrado que esta señora tenía razón. Pero como siempre las buenas sugerencias son desatendidas en este país, orientado a garantizar un clima favorable para la transnacionalización de capitales, donde el mercado es un Dios y donde los controles son percibidos como una idea cuasi aberrante; sin embargo, en este como en otros muchos casos de abusos esto debería ser visto como algo muy necesario.
Hay un candidato, que aunque esta difícil que llegue a la alcaldía de San Salvador, es el único que habla de cerrar estos establecimientos.
Por su parte los “Empresarios” de estos establecimientos en el pasado han dado señales de unidad y fuerza para defender sus antros, sacando desplegados en las páginas centrales de un rotativo local, donde se oponían al cierre, pero si aceptaban la idea de la regulación.
En ese tiempo las autoridades “competentes” perdieron el chance para implantar fiscalizaciones periódicas orientadas a verificar que las máquinas traga monedas no estuviesen tragando mas de la cuenta, sino que pagaran con una regularidad aceptable.
Esta labor fiscalizadora debe ser realizada por personas incorruptibles y versadas en el control de las casas de juego.
En Estados Unidos existen regulaciones que obligan a estos establecimientos a manejar márgenes de retorno del orden del 60%, según algunos de los afectados, hay casinos en San Salvador donde se manejan porcentajes de ganancia superiores al 100%, o sea que es imposible ganar.
Insisto que para que este trabajo de inspectoría realmente funcione, se necesitará contar con personas incorruptibles y con ética de arcángeles.
Esto a fin de evitar que rápidamente, los inspectores se conviertan en nuevos magnates locales, ya que el flagelo de la corrupción circula por toda América Latina. No hay que olvidar que si estos negocios son capaces diz que de regalar carros, viajes y dinero, todo es posible.
Finalmente desearía invitar a las autoridades a que no le den más largas al asunto de la regulación o del cierre de estos negocios.
SOLO QUE EN CASO DE DECIDIRSE POR EL CIERRE, ESTE NO DEBE SER HECHO COMO EL CASO DE LA RECORD, SINO QUE DEBE SER HECHO CON RESPONSABILIDAD SOCIAL y ESTAS EMPRESAS DEBEN INDEMNIZAR A LOS TODOS LOS AFECTADOS y GENERAR UN FONDO PARA SU RECUPERACION PSICOLOGICA.
Así mismo, quiero recalcar que mientras tanto debe ser implementada urgentemente una inspectoría especial para los Casinos con el fin de evitar abusos y más deterioro económico de mas familias, donde alguno de sus miembros ha caído víctima de la Ludopatía, adicción progresiva, nada conveniente para la salud mental del individuo y de nuestra sociedad.
Fuente: Renato Cienfuegos - diariocolatino

No hay comentarios.: