jueves, 20 de marzo de 2008

Sólo el jugador compulsivo puede generar situaciones conflictivas

Argentina - En momentos en que la Iglesia, a través del obispo Jorge Casaretto, critica los intentos de colocar más casas de juego y tragamonedas en varias provincias del país porque considera que el juego es un vicio que puede llevar a la degradación humana, el titular de una de las agencias de quiniela que funciona en nuestra ciudad brinda su punto de vista al respecto. Y reflexiona en que lo que cita el título de la nota es lo que no debe ocurrir.
Días pasados se conoció una fuerte reacción de la Iglesia por el avance del juego en el país, y uno de los hombres de dicho organismo que realizó declaraciones públicas fue el obispo Jorge Casaretto (se recuerda que en determinado momento de su vida se comportó como tal en la Diócesis de Rafaela), quien manifestó críticas a los intentos de poner más casas de juego y tragamonedas en varias provincias del territorio nacional.
El juego representa una situación que el clero critica desde tiempos inmemoriales, porque lo considera un vicio que puede llevar al hombre a la degradación más preocupante. En la actualidad, la instancia ha vuelto a la superficie y la Iglesia muestra su preocupación por lo que considera gran proliferación de las casas de juegos, contando con el aval político.
"El poder económico de los grandes empresarios del juego y sus alianzas con los poderes políticos son enormes, y la compra de voluntades y de apoyos no reconoce límites", le dijo a Clarín el obispo Casaretto, y remató con que "muchas veces, funcionarios honestos han tenido que soportar presiones desde diversos estratos del poder para votar leyes o autorizar concesiones que faciliten el enriquecimiento desmedido de unos pocos a costa de la degradación de muchos".
Monseñor Casaretto viene sufriendo el problema en carne propia: dos bingos con tragamonedas intentan instalarse en San Isidro y Vicente López, dos municipios que están dentro de su diócesis.
El juego en nuestra zona
Mario Soltermann es titular de la agencia de quinielas Las Vegas, que funciona en un local ubicado en calle Lavalle frente a la plaza 25 de Mayo de nuestra ciudad, y hace de 1983 que labora en el rubro.
Consultado por este Diario sobre qué comentario le genera la posición de la Iglesia, hecha conocer por intermedio de Jorge Casaretto, dijo "yo respeto esa posición porque entiendo que apunta a la defensa de la familia, en el sentido de que a veces el juego compulsivo, sin límites, destruye familias. No es lo mismo jugar concientemente que ser un jugador compulsivo, porque en este último caso se puede llegar a situaciones extremas. Creo que la Iglesia piensa que si al jugador cada día se le abren, o crean, más posibilidades de juego, van a existir también, y en forma consecuente, más posibilidades de riesgo como el que mencioné con antelación".
Opina Soltermann que "no es lo mismo un jugador que vive en Buenos Aires, que no tiene Casinos, a que tenga tres o cuatro a la vuelta de la casa. Porque en ese caso ese jugador se va a tentar y jugará, y el juego compulsivo no es bueno".
El santafesino, a lo largo y ancho de la Provincia, en la actualidad ¿qué tipo de juegos tiene para satisfacer sus inquietudes?, preguntó LA OPINION.
"La quiniela, pero ya tenemos un Casino en Melincué. Además, se van a abrir otros en Rosario y Santa Fe. Calculo que en seis meses ambos estarán en funcionamiento".
¿Y en Rafaela?, repreguntamos, y como respuesta se escuchó "creo que no será un Casino no con paños, con empleados, sino del tipo en que funcionan ruletas electrónicas como ya existen en la cordobesa ciudad de San Francisco, muy cerca de nuestra ciudad".
El cliente de Las Vegas -que juega a la quiniela y algunas otras ofertas como el Quini 6, Toto Bingo, Loto, y algunas otras- ¿ha incrementado la frecuencia de apuestas, o se mantiene un promedio, o porcentaje, a través del tiempo?, se preguntó a Mario Soltermann y la respuesta fue "la quiniela (con un mínimo de un peso por apuesta) se mantiene, y se juega bastante al Quini 6, que es una boletita que juega prácticamente todo el mundo invirtiendo, en dos sorteos semanales, solamente 8 pesos. Hay que ser claro, ningún jugador de ambas ofertas va a perder todo su poder económico, o va a dejar a una familia en la calle. Insisto en que, según mi modesta opinión, cuando la Iglesia muestra preocupación por el auge del juego lo hace pensando en la instalación de Casinos. Porque a lo largo de la historia de los mismos existen muchos ejemplos de personas que han perdido todo su patrimonio económico, y algunos hasta la vida, luego de una práctica de juego compulsivo".
La última pregunta apuntó a conocer si la instalación de un Casino en Rafaela, traerá aparejado alguna mejora en la economía de algunos rubros comerciales. "No se -respondió en primera instancia Mario Soltermann, y agregó- el Casino se nutrirá de rafaelinos que en la actualidad viajan a otros puntos de la región para acceder a esta opción de juego, y los jugadores que vengan desde otras poblaciones no creo que realicen gastos más allá de los límites del propio Casino. Tal vez puedan incrementar ganancias algunos comedores ubicados en las cercanías, o bien algunas estaciones de servicio a fin de la recarga de combustible".
Fuente: laopinion-rafaela - Rubén A. Armando

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