Argentina - El curioso episodio tuvo lugar alrededor de las 23.00 del lunes en la estación de servicio ubicada en la esquina de Marcelino Alvarez y Sureda. Según lo informado por la Policía, concurrieron al lugar ante un requerimiento telefónico realizado por el playero del establecimiento, quien les informó que momentos antes se había presentado un individuo de unos 30 años que muy amigablemente entabló una conversación con él. Y que en momentos en que se alejó de la oficina para vender combustible el amistoso individuo aprovechó para sustraer de un cajón la recaudación que hasta ese momento ascendía a unos 900 pesos, hecho lo cual se fue.
Cuando los uniformados efectuaban una inspección ocular, notaron que el individuo en su apuro por retirarse se había dejado olvidada una carpeta conteniendo gran cantidad de documentación personal, por lo que fue fácil establecer su identidad.
Con estos datos la Policía inició su búsqueda, librando un pedido de localización. Apenas unas horas después, aproximadamente a las 02.30, personal policial que efectuaba tareas de vigilancia en el Casino identificó al individuo, informando a sus pares de su presencia en ese lugar, adonde una comisión policial concurrió a detenerlo y conducirlo a la Seccional Primera, donde se puso en conocimiento de los hechos al Juzgado Penal 2 a cargo de la Dra. Valeria López Lestón. Con la anuencia de ese Juzgado se le efectuó una requisa, encontrándose entre sus ropas 480 pesos, presumiblemente el dinero que le quedaba de lo sustraído en la estación de servicio.
Con antecedentes por delitos similares
Posteriormente el playero lo reconoció como el ladrón. Según se supo, se trata de un individuo que cuenta en su haber con numerosas causas por delitos contra la propiedad, es decir robo y hurto. De todas formas y a pesar de las abrumadoras pruebas en su contra la Justicia ordenó que el hombre fijara domicilio quedando a disposición en una causa que sigue su curso, para luego recuperar su libertad.
Quizás lo más llamativo de este hecho es que después de quedar libre el hombre volvió al Casino, quizás a festejar por su buena suerte.
Fuente: La Opinión Austral
jueves, 27 de marzo de 2008
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