USA - Una mujer de Margate, que trabaja como asistente en cuidados de la salud, y que no podía siquiera tener seguro médico para sí misma, se convirtió en la ganadora del premio más grande de toda la historia de la Florida que paga un casino.
Paulette Miles, de 48 años, estaba en su última ronda en una máquina tragamonedas progresiva llamada ''Cash Cow'' en el Seminole Coconut Creek Casino el sábado por la noche cuando ganó $1.1 millón, lo que se cree constituye un récord.
''Es algo maravilloso. Ahora, en lugar de trabajar siete días a la semana, sólo tengo que trabajar cinco'', indicó Miles, cuando fue localizada por The Miami Herald mientras dejaba la casa de un paciente que había estado cuidando toda la noche.
''Dios es bueno'', comentó Miles, y agregó que Dios le sonrió a toda su familia.
Cuando Miles llamó a su padre, que vive en Wellington, en el condado Palm Beach, para darle la noticia, el hombre le dijo que acababa de ganar $7,000 en la Lotería de la Florida.
Miles, que llegó a Estados Unidos procedente de Jamaica, dijo que utilizará el dinero para pagar la hipoteca de su casa y el préstamo de su automóvil, inscribirse en un plan de seguro médico, y comprar un seguro de vida. También piensa ayudar a una sobrina en sus gastos universitarios, y pagar los impuestos del premio que ganó.
Miles dijo que ahorrará el resto para cualquier emergencia, y para construir un lugar para retirarse.
''Dios quiso bendecirme por una razón, y no pienso desperdiciar esta oportunidad en cosas que no sean necesarias'', añadió Miles.
La máquina en la que Miles estaba jugando acumuló un premio tan grande porque está conectada a todas las otras máquinas de los siete casinos de la Florida de los indios seminolas.
Bonner dijo que Miles ganó el premio de un millón de dólares porque, en vez de apostar cinco centavos cada vez que jugaba, apostaba en las 27 líneas de pago (pay-lines) al mismo tiempo.
''Los que juegan todas las pay-lines son los que ganan los premios más grandes'', dijo Bonner.
Por su parte, Miles dijo que apostó el máximo porque no podía darse el lujo de gastar $1.35 por juego en una máquina tragamonedas.
Llevaba jugando en la máquina un rato cuando se percató de que todavía le quedaba suficiente dinero --$33-- para comprar gasolina.
''Decidí jugar una última vez, y luego cambiar las fichas en dinero'', expresó la flamante ganadora.
Bonner apuntó que el mayor premio que alguien había ganado en un casino de la Tribu Seminole fue de $800,000 hace varios años, y que también tuvo lugar en el casino de Coconut Creek.
Fuente: ROBERTO SANTIAGO - The Miami Herald
jueves, 27 de marzo de 2008
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