España - Arrancó ayer la demolición del antiguo Cine Coliseo de Bilbao. Los operarios encargados de la restauración de la fachada invadieron la misma acera que durante décadas se reservó para los estrenos de cine y operísticos más espectaculares. En lugar de extender la clásica alfombra roja, un ejército de trabajadores provistos de cascos blancos comenzaron la colocación de las vallas que durante los próximos 30 meses ocultarán a los viandantes de la Alameda de Urquijo la espectacular transformación que se 'cocerá' en uno de los escenarios con más solera de la capital vizcaína.
De su interior no quedará ni rastro, ya que servirá para acoger la nueva sede del Gran Casino Nervión y un hotel de 98 habitaciones de la cadena Sercotel. Pero el exterior apenas cambiará debido a las enormes limitaciones que impone la categoría artística de este edificio con más de noventa años de historia. En medio de un extraordinario ajetreo que pilló por sorpresa a más de un paseante, y ante la nostálgica mirada de algunos propietarios del inmueble, los trabajadores instalaron el andamiaje y prosiguieron con el desmonte de las localidades del patio de butacas y del anfiteatro, tapizadas en un rojo 'valentino' que cierra un trozo de la historia de esta ciudad.
A última hora de la tarde de ayer, la pantalla del Coliseo Albia se engrandecía en medio de la enormidad de una platea vacía y la, todavía, imponente presencia de un elegante y señorial anfiteatro al que apenas le quedan horas antes de ser derribado. Como a la impresionante lámpara central, que tantos estrenos -además de juntas de accionistas de las empresas vascas más importantes- alumbró. Hasta el próximo vienes continuarán la retirada de «los elementos móviles», explicaron portavoces del Circuito Coliseo. Las excavadoras invadirán la semana que viene el interior del antiguo cine para acometer la demolición de los cimientos. Trabajarán dentro casi tres años para ofrecer una oferta muy diferente a la actual: diversión y juego con la actividad del casino y alojamiento en un hotel de cuatro estrellas.
En línea con los nuevos tiempos, la ciudad borra con la desaparición del Coliseo la estampa del 'Broadway' bilbaíno que la convirtió todos los veranos en la capital española del teatro, pero del que ya apenas queda recuerdo. Curiosamente, a muy pocos metros, el Campos Elíseos mantiene el tipo, gracias a una inversión de 25 millones de euros, como futura sede del Centro de las Artes Escénicas.
Fuente: elcorreodigital
miércoles, 26 de marzo de 2008
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