España - Las apuestas “online” suben como la espuma. En España, 130.000 internautas han convertido esta práctica no autorizada en un negocio que ya mueve 650 millones de euros, aunque los expertos aseguran que el auténtico “boom” del sector está todavía por llegar. A nivel europeo, Reino Unido se erige como la meca de un juego al que Estados Unidos declaró la guerra.
“Hagan sus apuestas señores”…pero a través de Internet. En España ya hay 130.000 usuarios que lo hacen y que durante el año 2007 se jugaron un total de 650 millones de euros, un 57% más que en 2006, según datos de la Asociación Española de Apostantes por Internet (AEDAPI).
La asociación, que recopila cada año el volumen de apuestas gestionadas por las principales compañías que reciben órdenes desde territorio español, está convencida de que el sector del juego “online” todavía no ha vivido su mejor momento. De hecho, espera que 2008 sea un gran año, a juzgar por las previsiones, que estiman un crecimiento del 84% con respecto a 2007 y más de 200.000 jugadores activos que pongan sobre el “tapete” alrededor de 1.200 millones de euros.
Sacha Michaud, portavoz de AEDAPI y director de la web de apuestas Betfair Iberia, asegura que el crecimiento del sector en España ha sido “muy fuerte en los últimos tres o cuatro años”, aunque “es muy fácil crecer con números pequeños”, precisa.
Las posibilidades en el mundo de las apuestas son infinitas. M. S. R., un madrileño de 27 años asiduo a sitios de apuestas por Internet como Bwin o Miapuesta.com, explica que “se puede apostar por absolutamente todo, como quién se llevará el Oscar en cada categoría, carreras de galgos o ganadores de concursos”.
No obstante, el deporte acapara la mayoría de los desafíos, especialmente el fútbol, como demuestra que el 65% de las transacciones realizadas en España tuvieran que ver con acontecimientos futbolísticos de todo el mundo, según AEDAPI. Le siguen el tenis, con un 15%; la Fórmula 1, con el 12%, y ya a una cierta distancia el baloncesto, que acumula el 4%.
“En fútbol, es posible apostar por que la suma de los dorsales de los jugadores que marquen gol supere un número determinado. También por a quién le van a sacar la primera tarjeta amarilla o roja, quién va marcar el primer gol o el número de tantos que podrían subir al marcador entre el minuto 60 y el 75”, comenta M. S. R.
Otro ejemplo puede ser el baloncesto: “una persona puede apostar que el número total de puntos en el partido sea par o impar o que de cuántos puntos será la primera canasta que se enceste en el tercer cuarto”, afirma. También se pueden hacer apuestas combinadas, como que “la última canasta del segundo cuarto del encuentro Real Madrid-Estudiantes sea un tiro libre y que haya más de dos penaltis en el Racing-Getafe”, añade.
Reino Unido, el paraíso del juego
A nivel de Europa, Reino Unido puede considerarse la meca de los juegos de azar, ya que allí son legales las casas de apuestas y existen 1,2 millones de jugadores activos por la Red que mueven más de 24.000 millones de euros, calcula AEDAPI.
Son muchas las empresas que operan en este país de forma regulada y están normalizadas a nivel social; algunas incluso cotizan en el índice Ftse de la Bolsa de Londres. Es el caso de William Hill, cuyas acciones parecen estar pasando una mala racha al caer un 30% en lo que va de año. Cuenta con más de 1.500 oficinas y factura 2.500 millones de dólares anuales. Asimismo, los títulos de Ladbrokes, la mayor compañía británica dentro de esta industria, pierden cerca de un 8%. Dispone de más 2.200 establecimientos de apuestas y varios sitios web para jugar al poker, al casino o al bingo. Otras compañías de éxito con sede en Reino Unidos son Sporting bet, Partygaming y 888 Holdings.
En Malta y Finlandia también está permitida esta actividad, que desde España debe realizarse a través de servidores ubicados en otros países. De esta forma, los clientes españoles se mueven en un vacío legal.
No obstante, el pasado 28 de diciembre se aprobó en el Congreso promover una ley nacional para regular las apuestas deportivas. “Vamos por buen camino porque sería una ventaja para los clientes, que tendrían más información y transparencia; para las empresas, que podrían establecerse físicamente en España, y para el propio país, que recaudaría más impuestos”, afirma Michaud.
Por su parte, Estados Unidos, ha ilegalizado definitivamente esta práctica “online”. A finales de 2006 el Senado estadounidense aprobó una ley por la que multitud de empresas tuvieron que suspender sus servicios. La normativa prohíbe el uso de tarjetas de crédito, cheques y giros electrónicos para apostar por Internet.
Fuente: cincodias - Miriam Calavia Rogel
viernes, 7 de marzo de 2008
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