lunes, 3 de marzo de 2008

Apuestas elevadas

China - Empresarios asiáticos negocian con Airbus convertir el gigantesco A-380 en un casino volante.
¿Quién no ha soñado con limpiar la caja del Flamingo, el Caesar's Palace o el Mandalay Bay? Hacer saltar la banca de un casino por los aires es rozar el cielo con las manos para un jugador. Ahora, seis casas de apuestas asiáticas están dispuestas a convertir la metáfora en realidad. O, al menos, a elevar a los apostantes hasta las nubes. Tocarlas dependerá de un golpe de la diosa Fortuna.
El fabricante europeo de aeronaves Airbus ha confirmado el interés de algunos de sus clientes, a los que no ha identificado, por convertir un avión A-380 en casino volante. Ya lo decía Paul Newman en 'El color del dinero': «Un dólar ganado en el juego es el doble de dulce que un dólar ganado en el sueldo». Según la lógica de los promotores de este negocio, se podría añadir que sería el doble de dulce ganado en el cielo.
La idea parece fruto de la necesidad más que de la inspiración: en Tailandia y China, las apuestas están estrictamente prohibidas, mientras que en Singapur todavía no hay ningún local de apuestas. Por ello, los jugadores se embarcaban en casinos flotantes que partían de Hong Kong hacia aguas internacionales, donde sí es legal tentar a la suerte. Ya lo hacían los americanos en otros tiempos, de ahí los tahúres del Mississipi y el argumento de no pocas series policiacas en las que no pueden detener al villano porque sus fechorías las comete en alta mar. Una situación jurídica aplicable al espacio aéreo. En el cielo no son aplicables las mismas prohibiciones y tampoco es previsible que la Policía acuda a clausurar el local mientras la ruleta gira al ritmo de los rotores. Por cierto, tampoco hay impuestos, lo que explicaría que tanta gente desee ir al cielo.
En cualquier caso, el casino volador no estaría disponible antes de 2012. «De haber conocido el interés con anterioridad, ya se habría hecho», señala François Chazelle, director del departamento de ventas para el sector privado y ejecutivos de Airbus. «En cualquier caso, las conversaciones van por buen ritmo y podríamos ver un A-380 convertido en casino a más tardar en 2017».
A los asiáticos les encanta apostar, y desde Macao advierten de su intención de sustituir a Las Vegas como capital mundial del juego. Sin embargo, el juego está mal visto. Confucio exhortaba a sus conciudadanos hace casi ya 2.500 años a que nunca hicieran apuestas. «Si sabes que has de ganar, eres un pícaro; y si no lo sabes, eres un tonto». El tiempo dirá a cuál de las dos categorías pertenecen los que van a arriesgar su dinero en construir un casino volador.
Fuente: elcorreodigital

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