Argentina - Una joven de 22 años denunció haber sido secuestrada, obligada a extraer dinero de un cajero y torturada en San Fernando.
Fue detenida cuando descubrieron que mintió y que se jugó todo el sueldo del marido en las tragamonedas.
Fuentes policiales informaron hoy a Télam que si bien la mujer se autoflageló con golpes en el rostro y cortes en las manos para hacer más creíble su relato, detectives de la Subdelegación de Investigaciones de Tigre lograron que la mujer se quebrara en un interrogatorio y les confesara:
"Mentí porque tengo un problema con el juego".
El hecho ocurrió el lunes pasado cuando la mujer se acercó con su marido a la comisaría 1ra. de San Fernando para denunciar que entre las 12 y las 17 había sido secuestrada por dos delincuentes que la capturaron en el centro de dicha localidad del norte del conurbano.
Según la denuncia, los hombres la llevaron al cajero del Banco Santander situado en Constitución y Avellaneda, donde la obligaron a extraer 1.200 pesos con la tarjeta de débito que ese día su marido le había dado porque había cobrado el sueldo y había que hacer compras.
Siempre según la versión de la supuesta víctima, los delincuentes la llevaron a dar vueltas en un auto Fiat 147 y le pidieron un teléfono de un pariente para pedir un rescate por ella.
La mujer dijo en la denuncia que ella no quiso dar ningún número y que por ese motivo los secuestradores la habían golpeado e incluso le habían hecho con un cuchillo cortes en las manos.
Las fuentes explicaron que la mujer presentaba un golpe en una ceja y heridas de arma blanca en las manos que fueron revisadas por un médico forense.
Finalmente, la víctima explicó que los delincuentes la liberaron en el Acceso Norte y Avellaneda sin que pudieran pedir rescate por ella.
El caso fue remitido al gabinete antisecuestros de la SubDDI de Tigre que de inmediato se puso a trabajar en el caso.
La mujer realizó una detallada descripción de los delincuentes, de cómo vestían, elaboró identikits y dio detalles del interior del auto en una declaración que parecía bastante sólida, según comentaron los voceros.
La primera sorpresa que encontraron los investigadores fue que cuando vieron los videos de las cámaras de seguridad del banco donde la mujer dijo haber sido obligada a sacar dinero, notaron que estaba sola, que no se la veía nerviosa y que en la puerta no había ningún hombre sospechoso.
Los detectives comenzaron a dudar de la versión de la mujer y paralelamente interrogaron a sus allegados y así supieron que a la víctima le gustaba el juego.
Los detectives de la SubDDI de Tigre fueron entonces al Bingo King de San Fernando, pidieron ver los videos de las cámaras de seguridad y allí encontraron jugando en las máquinas tragamonedas a la supuesta víctima del secuestro.
Con estas pruebas, la policía volvió a interrogar a la víctima, quien terminó por admitir que había mentido porque se había gastado el sueldo de su marido en las tragamonedas y que ella misma se había provocado las heridas para robustecer la farsa que había inventado.
La mujer fue detenida por unas horas y luego liberada y quedó imputada en una causa caratulada "falsa denuncia", a cargo del fiscal Luis Angelini, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de San Fernando.
Fuente: telam
miércoles, 3 de diciembre de 2008
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