miércoles, 17 de diciembre de 2008

El juego en España

España - Cada español gasta al año en juego el equivalente a un viaje por el Nilo.
El ciudadano se gasta 674 euros de media al año y las administraciones públicas recaudaron más de 2.000 millones en 2007.
El juego, en cualquiera de sus facetas, es uno de los negocios más rentables para el sector privado y una considerable fuente de ingresos para las administraciones públicas. Los españoles son capaces de jugarse hasta las pestañas. Ya sea con periodicidad anual, semanal o diaria, la lotería de Navidad, la quiniela futbolística o el cupón de los ciegos constituyen casi una seña de identidad nacional.
Y todavía queda tiempo y dinero para apostar más en juegos privados: los casinos, los bingos y las máquinas B se llevan el grueso de las apuestas de los particulares. Cada ciudadano se gasta una media de 685 euros al año en apuestas, tanto de carácter público como privado. Una cantidad equivalente a lo que costaría un viaje por el Nilo de ocho días de duración.
José Javier F. ha llegado a gastar 800 euros en un día en una máquina tragaperras. Cuando no tenía dinero, pedía que apagasen la máquina y que la encendiesen cuando regresasen. El sueldo de José Javier, que trabaja en una subcontrata de mantenimiento de una multinacional industrial, apenas alcanza los 1.100 euros mensuales. Es consciente de su problema, pero reconoce que a veces no puede parar hasta que consigue el premio. No compra lotería o cupones de la Once, porque lo que lo que atrae es el premio inmediato. La severa ludopatía de José Javier rompe todas las medias, pero el juego es una constante entre los españoles.
El negocio privado
La industria del juego movió en España un total de 30.989,59 millones de euros durante el pasado ejercicio. El denominado gasto real (importe apostado menos premios) alcanzó los 9.840,48, lo que equivale a un gasto por persona de 234 euros al año.
A pesar de que las loterías parecen lo más visible, las preferencias del público se orientan hacia los denominados juegos privados, que representan el 60,08% del juego en España, según los últimos datos publicados. Los décimos de Loterías suponen el 32,2%, mientras el cupón de la Once, apenas constituye el 7% de las cantidades apostadas por los ciudadanos.
La erótica que el juego posee entre los particulares no pasa inadvertida para las distintas administraciones. Esta actividad constituye una fuente de ingresos adicionales para las arcas públicas, que ingresaron 2.007,05 millones de euros durante el pasado ejercicio, un 1,4% de los ingresos fiscales del estado, según datos de la revista Joc Privat.
Cataluña recaudó 351,48 millones de euros durante el año anterior, según cifras de esta publicación, en tanto la Comunidad de Madrid ingresaba 328,1 millones y Andalucía se anotaba tributos por 288,12 millones. Estas tres comunidades, junto a la de Canarias, recaudan casi el 54% de todo lo que ingresan las arcas públicas.
El juego privado mueve todavía más dinero que el público. En este ámbito desarrollan su actividad corporaciones con un importante poder empresarial. Es el caso de Codere, una empresa fundada hace 28 años y que registró un ebitda (beneficio bruto antes de deducir los intereses, las amortizaciones e impuestos). Codere cuenta con implantación en 8 países de Europa y América y cotiza en la bolsa.
En el año 218 antes de Cristo, los romanos introdujeron en España el juego de dados de huesos o de marfil. Dos milenios después, existen en nuestro país más de 3.000 salas de juegos. El juego por internet constituye el futuro de esta actividad. Ya se pueden hacer apuestas futbolísticas online. Una actividad que las administraciones siguen de cerca. La razón no podía ser otra que la falta de regulación para el pago de impuestos.
El juego pasivo se mantiene, pero cae el de premio inmediato
Las empresas que gestionan el cuarto de millón de máquinas tragaperras que hay en España han visto como en el año de la crisis sus ingresos caerán entre un 20% y un 30%.
El año pasado, según el Ministerio de Interior, cada español se gastó en las tragaperras, ubicadas en su mayoría en bares, cafeterías y restaurante,. 239 euros de media. De los cerca de 11.000 millones que se recaudaron el pasado año a través de este método, la mitad aproximadamente fue a la hostelería.
Mientras, las salas de los casinos y los pequeños bingos, que empezaron a proliferar durante el boom económico en las ciudades y que hace meses estaban abarrotadas, ahora trabajan a medio gas.
El negocio privado del juego está sufriendo la desaceleración económica en mayor medida que el sector público.
Juego pasivo y juego activo
Los juegos de premio inmediato, los más adictivos y casi siempre gestionados por la empresa privada, pierden fuerza. Sin embargo, las loterías, los cupones y las apuestas deportivas mantienen las ventas e incluso las aumentan, lo que garantiza los ingresos del Estado. El juego pasivo, que no proporciona gratificación inmediata, ha ganado la batalla al juego activo en la actual coyuntura económica.
El año pasado, cada español se gastó 70 euros en la lotería de Navidad y el Estado logró vender nueve de cada diez billetes emitidos. Este año, las previsiones menos optimistas apuntan que, como mínimo, se mantendrán las ventas, aunque en algunos lugares la demanda, a fecha de hoy, está siendo mucho mayor que el año pasado. Es el caso de Santiago de Compostela.
Los premios que dará el Gordo de Navidad de este año superarán los 3.320 millones de euros. Solamente el premio primero repartirá 300.000 euros por cada décimo.
La facturación del juego privado se resiente por la crisis económica.
Salones recreativos y casinos reducen sus ingresos hasta un 20%.
Como todas las tardes, Javier Pancorbo acudió a encontrarse con sus amigos en el bar de la esquina. Mientras tomaba una cerveza y charlaba se le ocurrió echar una moneda en una máquina tragaperras. Media hora después, había dilapidado 80 euros. La adrenalina que le despertaba el cebo de los premios parciales le hizo jugarse hasta las pestañas.
En España existen 250.000 máquinas recreativas, 440 bingos y 40 casinos. La ludopatía que, como a Pancorbo, afecta a miles de españoles no impide que el negocio del juego privado se encuentre en crisis en España. Las asociaciones profesionales advierten de que la crisis se ha dejado sentir de una manera contundente sobre el juego organizado por empresas privadas.
Caída de recaudación
Los datos son suficientemente expresivos. Hasta septiembre, la recaudación de los casinos había caído el 10,85%, a pesar de que el número de visitantes se había incrementado el 3,1%, hasta los 2,5 millones de personas. La suerte los de bingos ha sido similar, con un descenso del 8% en su recaudación.
La creencia generalizada es que en tiempos de crisis aumenta la recaudación del juego público (lotería, quiniela, primitiva, gordo de la primitiva y euromillones), lo que no ocurre con el juego privado.
Y es que según los últimos datos difundidos, al cierre del tercer trimestre del año, los juegos de las loterías y apuestas del Estado han incrementado su recaudación en un 2,4%, frente a los descensos ya apuntados en la industria del juego privado.
Las empresas privadas de juego sí se han visto afectadas por el creciente avance del juego a través de internet, que se estima que podría mover en este ejercicio un total de 3.000 millones de euros. Así, este tipo de empresas que operan en España constituyen importantes corporaciones que operan a nivel internacional.
Actividad
Cirsa cuenta con más de 12.000 empleados y 200 empresas en más de 70 países. Codere, que cotiza en bolsa, cuenta con implantación en ocho países de Europa y América.
Con implantación internacional desde hace 30 años, Recreativos Franco, por su parte, ha comenzado una nueva expansión en el centro de Europa, que se ha iniciado en Rumanía, con la apertura de 3 nuevos casinos electrónicos. Este crecimiento sigue al desarrollo en Centro América iniciado por la empresa hace dos años.
De la tarta del juego en España, la actividad privada representó el 60,08% del total de los 30.989,59 millones de euros que se movieron durante el pasado ejercicio, es decir, unos 18.600 millones de euros.
Incremento
De este total, el 40,7%, 12.612 millones de euros corresponde a la actividad de las denominadas máquinas B, que se encuentran en los 3.000 salones recreativos repartidos por toda España, así como en bares.
Los bingos representan el 11,9% de esa tarta, lo que suponen 3.867 millones de euros jugados el pasado año.
En cuanto a los casinos, el juego en estos establecimientos es del 8,2% del total, lo que representan 2.540 millones de euros. La actividad en estos locales lejos de descender se ha incrementado.
El secretario general de la Asociación Española de Casino de Juego (AECJ) declaraba recientemente a Casino Affiliate que la caída en la recaudación resulta algo lógico, por cuanto en momentos de crisis, el público tiende a recortar gastos en todo lo relacionado con el ocio.
Las comunidades autónomas con mayor recaudación en juego privado de España son la de Madrid, con 3.252,3 millones de euros, la de Cataluña, con 3.087,27 millones, la de Andalucía, con 2.719,5 millones, y la de Valencia, con 2.379,89 millones.
Cataluña registró el pasado año la mayor facturación en casinos, con 608,65 millones de euros, Madrid se situó encabeza en el juego del bingo, con 718,95 millones de euros, mientras la capital anotó el mayor movimiento en lo que se refiere a máquinas B, con una recaudación de 1.975,71 millones.
Fuente: gaceta.es

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