martes, 14 de octubre de 2008

¿Y si me tocara la Super Enalotto?

Italia - Un bote de 80 millones de euros es demasiado apetitoso en tiempos de crisis como para que la gente no lo intente.
El último antídoto a la italiana contra la falta de liquidez del sistema financiero es el «Superenalotto», una especie de Bonoloto local que en los últimos dos días ha duplicado el número de jugadores llamados por un natural instinto del ser humano: «¿Y si me tocara?».
Una de las vendedoras de estos boletos confirma que las jugadas aumentaron considerablemente y, sonriendo, explica el mecanismo del juego: «Seis números del 1 al 90; si aciertas todos, te llevas los ochenta millones». Así de fácil.
Pero aquí el gran ganador no es quien juega sino Hacienda, que de cada 100 euros jugados recibe 49,5 euros. De hecho, en 2007, de los 1.940 millones de euros jugados, 960 millones fueron para el Estado, y las perspectivas para este año son similares. La fiebre por el Superenalotto nace por la llamada del bote millonario y por la crisis en los mercados internacionales que, a pesar de la insistencia del gobierno de Silvio Berlusconi de que «Italia va bien», han hecho cundir el pánico entre la población.
Antes del anuncio de la ganancia millonaria, los italianos se decantaban por las máquinas tragaperras y los cupones «rasca y gana»,para obtener un beneficio inmediato. Según un estudio publicado en Italia, la población de este país ya no confía en los métodos «tradicionales» de juego, sino que prefieren tener en el bolsillo la ganancia obtenida. ¿Por qué? «Porque se ha perdido el gusto por jugar», confirman los expertos de la Asociación italiana para el estudio del juego de azar y de los comportamientos a riesgo (Alea).
Los italianos buscan dinero fácil. Y no jugar. Aunque sea el país que más gasta per capita en los juegos de azar -más de 500 euros por persona. Así, los italiano prefieren no tener que «molestarse» en cobrar. De hecho, 103 millones de euros de premios no han sido retirados, o bien caducaron cuando al «afortunado» se le ocurrió ir a cobrar. Los expertos en ludopatía como Riccardo Zerbetto, presidente de la Alea, proponen la inversión de esa cifra en ayudar a los «enfermos de juegos de azar». Y es que se trata de una enfermedad cada vez más difundida en el país de la bota, donde hay familias que se juegan el dinero de la cesta de la compra.
Fuente: abc.es

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