España - El VII Seminario 'Adicciones no tóxicas y su tratamiento', cerró ayer sus puertas en la UJI tras dos jornadas de ponencias que han servido para poner sobre la mesa un buen número de evidencias, conclusiones y reivindicaciones.
Por lo que respecta a las evidencias, el seminario ha dejado claro que la ludopatía lidera la lista de adicciones no tóxicas, tanto en afectados como en el lastre de sus efectos: "Las nuevas adicciones tecnológicas, al sexo o las compras, siguen ala ludopatía, pero la más grave es la adición al juego, por la desestructuración familiar y los problemas sociales que comporta", explicaba ayer el profesor titular de la Universitat de València Mariano Chóliz, que ha dirigido el 'Análisis experimental del juego en jugadores/as patológicos en máquinas de premios', realizado por Patim y la UPV, cuyas conclusiones se presentaron en el seminario.
Entre ellas, que las máquinas de tipo B (tragaperras) son las que mayor poder adictivo tienen por "la inmediatez de la recompensa, que es mucho mayor que en cualquier otro juego de azar".
Más control
En este sentido, y enlazando así con el bloque de las reivindicaciones, las jornadas cerraron sus puertas con un mensaje: la necesidad, por parte del Estado, de ejercer un mayor control sobre estas máquinas. "Son demasiado accesibles; debería cambiarse su ubicación y también sus características, porque demorando el tiempo de obtención del premio se reduce el número de jugadas; ésta sería una medida de prevención extraordinaria". Y precisamente eso, la prevención, es lo que no existe para este tipo de adicciones, dijo Chóliz. Unas adicciones que, a día de hoy, se sufren en silencio.
Fuente: adn
jueves, 30 de octubre de 2008
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