martes, 14 de octubre de 2008

La reina de lo gratis

USA - Más de uno me va a agradecer que cuente esto en tiempos de crisis, porque con lo que consiguió la abuelita de la que hoy os voy a hablar, seguro que os entran ganas de coger un vuelo a Las Vegas mañana mismo. La señora en cuestión se llama Jean Scott, y quizá os anime saber que se pasó más de 6 meses en Las Vegas con su marido, exactamente 191 días, con los hoteles y las comidas pagadas. Todo absolutamente gratis, en el argot de Las Vegas, todo era "comp", que viene de "complimentary", literalmente "libre de gasto", de ahí el apodo que se ganó de "Queen of Comps", que se podría traducir como "la reina de lo gratis". Y todo ello, sin ser una "High Roller", es decir, sin ser una jugadora de grandes apuestas, o profesional. Entonces, ¿cómo lo hizo?
Bueno, viajemos en el tiempo hasta principios de los años 80. Nuestra protagonista viaja con su marido a la industria del entretenimiento para adultos, Las Vegas, y allí pierden 3000 dólares en tan sólo 3 días, él jugando a las tragaperras, y ella jugando al blackjack, y por supuesto, jugando mal; es el destino habitual que depara a los millones de turistas que cada año visitan la ciudad. Pero nuestra amiga vio que allí los casinos hacían continuamente ofertas a los jugadores: jugadas gratis al blackjack, descuentos en comidas, en hoteles... Incluso ya de vuelta en su casa, en Indianápolis, se encontraron que el casino donde habían estado, les había enviado descuentos y ofertas por correo para que volvieran allí. Y de nuevo, recordemos que ellos eran simples turistas, no eran High Rollers.
Esto abrió los ojos a Jean, que ya era gran aficionada a aprovechar las ofertas de los periódicos (los que hayáis estado o vivido en Estados Unidos, habréis visto que normalmente los domingos hay una gran cantidad de suplementos de multitud de tiendas con descuentos, ofertas especiales e incluso regalos para atraer el consumo). Y es aquí donde Jean tuvo una percepción distinta de la industria del juego: para un jugador esporádico, ganar dinero en el casino, no es un objetivo, es sólo una esperanza. Un objetivo mucho mejor es alargar el tiempo de juego, y los casinos no están en contra de eso. Al contrario, los casinos prefieren que no pierdas el dinero rápidamente, porque probablemente te enfadarás y querrás marcharte. Lo que quieren es que te lo pases bien mientras lo pierdes, así que cuando llegues a casa, pensarás: "Bueno, perdí dinero, pero me lo pasé bien". Y bueno, si los casinos facilitan esta diversión, ¿por qué no aprovecharlo?
Lo primero de todo fue trazar un objetivo de juego: si recodáis, hace unos meses os hablé de jugadores profesionales de videopoker, que seleccionaban máquinas con una EV+, y vivían estupendamente de ello. Pues en eso se especializó nuestra peculiar pareja, en máquinas de videopoker con EV+ y pagos altos aplicando una estrategia ganadora. En su siguiente ataque a Las Vegas, aprovecharon todos los descuentos, ofertas y regalos a los jugadores que encontraron por su camino. ¿Resultado? 191 días en Las Vegas, con hoteles y comida gratis, y montones de regalos de los propios casinos: gafas, chaquetas, televisores, vídeos... Regalos que a su vez aprovecharon para regalar a su familia en Navidad. Santa Claus ya no venía del Polo Norte, venía de Las Vegas. ¿Y qué pasó al cabo de esos 191 días? Pues que habían ganado tanto dinero al videopoker, que decidieron comprar una segunda residencia en Las Vegas, donde aún viven a día de hoy.
Esto que puede parecer de lo más surrealista es absolutamente real: las suites gratis, las limusinas, las entradas a espectáculos exclusivos completamente gratis como regalo del casino son sólo para los grandes jugadores, grandes clientes que hacen ganar mucho dinero al casino, como habréis visto en películas o series de televisión. Pero a un nivel más modesto, habitaciones en pequeños hoteles, buffets de algunos casinos, quedan al alcance de jugadores-turistas de a pie que pueden "alargar" su diversión sacándole jugo a todo esto, y echándole cara, desde luego, para conseguirlo. De hecho, una de las anécdotas más recientes que cuenta Jean Scott hace referencia a un restaurante en el que había conseguido vales descuento por un valor de 25$, Gold Coast, y donde la comida apenas llegó a 20$. Como no toman alcohol, incluso cogieron la botella de vino, le volvieron a poner el tapón y, ¡la regalaron a los vecinos! Comieron gratis y quedaron bien con los vecinos... así que imaginad cómo era su plan de vida en su ataque a Las Vegas.
A raíz de todo esto, Jean ha empezado a publicar libros, el primero de ellos y más famoso en 1998, llamado "The frugal gambler" ("El apostador ahorrador" o "El apostador económico", si me permitís una libre traducción). En él, Jean nos explica cómo sacar partido a toda esta industria del entretenimiento en beneficio propio: nos explica los mitos existentes alrededor de los casinos, nos explica cómo pedir y conseguir "comps" (habitaciones, comida, tickets...) e incluso, cómo sacar provecho de las líneas aéreas en caso de que nos cancelen, cambien o se retrase un vuelo. De hecho, ella misma ha conseguido volar gratis y conseguir vuelos gratis para sus familiares gracias a estas estrategias. Sin duda algo de lo más curioso, disfrutar de unas vacaciones pagadas, y apenas desembolsar unos céntimos a la larga, gracias a la agresiva estrategia de captación de clientes de los casinos en Las Vegas.
Este primer libro fue todo un éxito, y de hecho ya hay una segunda parte "More frugal gambling" ("Más apuestas económicas"), así como diversos libros acerca del juego del videopoker, e incluso uno dedicado al tema de impuestos. Es algo digno de una película de Hollywood, y me pregunto, ¿llegaremos un día en que en Europa tendremos estas facilidades los jugadores eventuales de un casino? ¿Quizá en el complejo de Los Monegros? Bueno, siempre nos queda leer el libro de Jane, conseguir un vuelo barato a la capital del juego e intentar sobrevivir sin gastar un sólo céntimo.
Fuente: pokernews - Trallero Reiser

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