martes, 7 de octubre de 2008

Espiral de miedo entre consumidores en EU

USA - Las ventas de automóviles se están desplomando, el tráfico aéreo está cayendo, las cadenas de restaurantes enfrentan problemas para llenar sus mesas, los clientes en las tiendas son menos, y hasta los apostadores están ahorrando.
Intimidados por la crisis financiera, los consumidores estadounidenses están reduciendo su gasto, con lo que prácticamente se garantiza que la situación económica empeore antes de empezar a mostrar alguna mejoría.
En respuesta al declinante valor de sus casas y los altos precios de la gasolina, los estadounidenses han sido más frugales durante todo el año. Pero en las últimas semanas, al tiempo que la crisis financiera repercutió de Wall Street a Washington, los consumidores al parecer han reducido su gasto drásticamente. A pesar de que el gobierno inició un rescate gigante del sistema financiero, la confianza ha quedado demasiado resquebrajada como para que reanuden su comportamiento derrochador en el corto plazo.
Cifras recientes de compañías, así como datos de entrevistas por todo el país, muestran que las ventas de automóviles se están desplomando, el tráfico aéreo está cayendo, las cadenas de restaurantes enfrentan problemas para llenar sus mesas, los clientes en las tiendas son menos, y hasta los apostadores están ahorrando.
Cuando los cálculos finales se realicen, el gasto de consumo durante el trimestre casi seguramente habrá disminuido, en su primer declive trimestral en casi dos décadas. Muchos economistas, que al inicio del tercer trimestre pronosticaban un crecimiento modesto, ahora consideran que los recortes fueron tan severos que la economía en conjunto tampoco registró crecimiento, y advierten que una recesión producida por la caída del consumo podría ser más grave que la relativamente leve sufrida al principio de la década.
"Los últimos días han devastado al consumidor estadounidense", indicó Walter Loeb, presidente de Loeb Associates, una consultoría, que externó su preocupación porque el constante bombardeo de noticias negativas podría estarse convirtiendo en una profecía autocumplida. "Todos se sienten pobres".
Para algunos estadounidenses, el problema es ya agudo: los empleos desaparecieron a un ritmo más rápido en septiembre. Para muchos otros, las finanzas cotidianas son buenas por ahora, pero el panorama financiero es incierto: las cuentas de retiro basadas en acciones se están tambaleando, es difícil conseguir un préstamo y los precios de la vivienda siguen bajando.
El gasto de consumo, que representa casi dos tercios de la economía, creció modestamente a principios de año, pero disminuyó en julio y agosto a una tasa anualizada. Cuando el gobierno divulgue las cifras trimestrales a finales de este mes, se vaticina que mostrarán una caída de 3% o más en el gasto de consumo. Esto sería el primer declive trimestral desde 1990, poco antes de la recesión de 1991, y el más grave desde 1981.
De acuerdo con entrevistas con compradores, analistas y ejecutivos, el impacto de las noticias financieras de las últimas dos semanas ha sido palpable en muchos rincones del país, desde concesionarias de automóviles, que sufrieron su peor mes de ventas en 15 años, hasta lujosos casinos de Las Vegas, donde el gasto en restaurantes, tiendas y mesas de apuestas ha ido de mal en peor.
"En los últimos días se ha registrado una caída en el tráfico de personas y las ventas han caído casi a cero", señaló Gil Colon, gerente de ventas de Villa Reale, una mueblería y galería de arte de lujo de Las Vegas de la que han despedido a cinco vendedores en los últimos cinco meses, quedando solamente tres.
El panorama es igual de sombrío en los centros comerciales suburbanos y tiendas citadinas, donde el tráfico está desapareciendo al tiempo que las tiendas se preparan para lo que muchos consideran será un terrible temporada de ventas de fin de año. Algunos han respondido despidiendo vendedores o reduciendo sus horas de trabajo incluso antes del inicio de la temporada.
"La gente ha perdido la confianza. No tiene poder de compra. Está perdiendo sus fondos de retiro, sus fondos para vacaciones, y tiene miedo de comprometerse a comprar algo", señaló Colon.
Por su parte, Richard Curtin, director de la encuesta de consumidores Reuters-Universidad de Michigan , señaló que según el estudio más reciente "ha crecido mucho la preocupación de los consumidores de que la recesión, que consideran ya está en curso, durará más y será más profunda de lo que anticipaban". Agregó que la gente está presenciando cómo "sus peores temores se vuelven realidad".
Fuente: The New York Times - El Universal

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