USA - El Gobernador Charlie Crist se jacta de que es un buen oyente, y juiciosamente solicita el consejo de sus predecesores, tanto republicanos como demócratas.
Así que quizás es hora de que Crist considere unos consejos de Bob Graham que aparecieron en las páginas de este periódico hace unos meses. El ex gobernador advertía en contra de arreglos sin visión de futuro para lidiar con los problemas económicos actuales del estado.
“Si nuestros líderes lo único que hacen es recortar sus prioridades claves, pronto caerán víctimas de falsas promesas de soluciones ‘fáciles y no dolorosas’, como el juego en los casinos,” escribió Graham, que fue gobernador de 1979 a 1987.
“Al minuto en que sucumbamos ante estas atractivas promesas, el carácter de la Florida se habrá alterado para siempre – nuestro futuro será determinado por las vueltas de la ruleta más que por el carácter y capacidad de nuestra gente,” continuó Graham.
Con la Florida atascada en una profunda depresión económica que no parece tener fin, Crist pudiera estar dirigiendo un muy necesario diálogo sobre la estructura impositiva de la Florida.
En cambio, él ha decidido aumentar la adicción al juego del estado – a pesar de haber prometido no hacerlo durante su campaña del 2006.
Crist probó nuevamente esta semana, con las sólidas victorias de John McCain y de la Enmienda 1, que él tiene un gran instinto político.
Pero el juego ya es otra cosa y favorecerlo es una señal inequívoca de desesperación.
El presupuesto que Crist está mandando al Cuerpo Legislativo está sostenido con $405 millones de dinero nuevo procedente de distintas formas de juego. Pero la mayor parte de ese nuevo dinero, $248 millones, viene de lo que Crist llama “mejoras” a la Lotería de la Florida. Estas incluyen máquinas de vender boletos de lotería en zonas de mucha actividad – barrios de bajos ingresos donde gente desesperada trata de salir de la pobreza; un nuevo “raspadito” de $30, y dos sorteos diarios de Cash 3 y Play 4.
Como candidato en el 2006, Crist prometió que no expandiría el juego, y en un viaje en avión en octubre 18, 2006, dijo que no contaría con dinero del juego para pagar las cuentas del Estado. “Las cifras no lo requieren,” dijo Crist entonces. Pero ya no es así.
Una Lotería de la Florida más grande no sólo beneficiaría al presupuesto de Crist, sino también a GTECH, la enorme compañía que tiene el contrato exclusivo para diseñar
y manejar los juegos de lotería. El cabildero de GTECH resulta que es Brian Ballard, un buen amigo de Crist. GTECH ha dado $152,000 al Partido Republicano desde 1996. Esa suma incluye $20,000 al Partido en el ciclo del 2006 cuando Crist se postuló para gobernador. La compañía le dio $12,500 al Partido Demócrata de la Florida en ese mismo período.
Cuidado, contribuyentes: Ustedes va a oír hablar mucho sobre como todos los ingresos procedentes del juego “mejorarán” la educación, con los “raspaditos” ayudando a pagar el sueldo de las maestras de sus hijos.
Hablando de educación, hay otra bomba de tiempo en el presupuesto de Crist – una que resultará difícil para los contribuyentes aceptar.
El mismo gobernador que ha estado hablando durante un año de alivio en los impuestos a la propiedad, les sacaría a los contribuyentes $338 millones más de impuestos a la propiedad el año que viene para las escuelas públicas para que no se vean afectadas por la Enmienda 1 que él propugnó.
¿No pudiéramos evitar esto con unos cuantos miles más de máquinas tragamonedas?
Fuente: diariolasamericas - Steve Bousquet
martes, 5 de febrero de 2008
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