jueves, 21 de febrero de 2008

Casinos y los ajustes de cuentas

México - Las cosas no terminan de acomodarse en el difícil mundo del juego y las apuestas. México podría pasar por la misma circunstancia que pasó Las Vegas para convertirse en lo que es ahora, el emporio mundial del juego. La proliferación de casas de apuesta por todo el territorio del país es producto de esa ineficacia e ineficiencia gubernamental que todo lo resuelve de forma discrecional, con lo que también se cometen excesos que se traducen en el tráfico de influencias. Hasta ahora pocos saben cómo y porqué se adjudicaron los permisos de parte de Santiago Creel Miranda, cuales fueron las bases, los motivos, los requerimientos, las exigencias y los requisitos por los que resultaron favorecidos quienes por ahora detentan el control de la mayor parte de los casinos establecidos. Otro rubro es el de los casinos que operan sin permiso, pero mientras no haya una imposición del estado de derecho como lo prometió el Presidente Felipe Calderón Hinojosa, no se pueden disociar los problemas que representan unos y otros.
Esta misma semana se suscitó otro lamentable hecho en torno a este tema. En Celaya, Guanajuato, la Subprocuraduría de Justicia de la Región “C” informó de un presunto ajuste de cuentas en torno al homicidio de un joven en las inmediaciones de la Colonia Reforma , pues trabajaba en un centro de apuestas ubicado en la Plaza Galerías Tecnológico, y contaba con antecedentes penales por los delitos de robo y lesiones en 2003 y 2006 respectivamente. Después de diversas indagatorias se estableció que Cuitláhuac César Pérez Serrato, de 34 de edad, laboraba en el centro “Big-Bola”, lo que levantó la sospecha de las autoridades ministeriales a decir del Subprocurador Armando Amaro Vallejo, quien incluyó el ajuste de cuentas entre las líneas de investigación.
Habrá que decir que estos centros de apuesta son manejados por Oscar Paredes Arroyo, identificado en el medio como “El zar del juego”, y Francisco Javier Rodríguez Borgio, presunto productor de cine que mafiosamente pretendió quedarse con un permiso que no le correspondía con todo el apoyo del todavía Director General Adjunto de Juegos y Sorteos, Roberto Correa Méndez, y que estaba a nombre de “Comercial de Juegos de la Frontera ”. Tendría que ser un Juez quien metiera orden en este difícil embrollo en el que se vio involucrada la Secretaría de Gobernación por los intereses manifiestos del área regulatoria de los juegos y apuestas del país a favor de Jorge Buelna Serrano, prestanombres de Paredes Arroyo y Rodríguez Borgio. Finalmente dicho juzgador le daría la razón a Miguel del Río Liquidano ordenando la aprehensión de Buelna Serrano, pero en el área de Juegos y Sorteos ni la mínima expresión, lo que confirma nuestras aseveraciones.
Este grupo acaba de abrir otro centro de apuestas en Querétaro, con un permiso que está en controversia y por lo tanto no tiene autorización para funcionar. Si la ilegalidad es la manera en que éste grupo opera, es de esperarse que las actividades que se realizan dentro de sus centros de apuesta también estén fuera de la ley. Por eso es que la autoridad ministerial de Guanajuato ha decidido seguir la línea de investigación en torno a un presunto ajuste de cuentas en el homicidio de Cuitláhuac César Pérez Serrato.
Pero el origen de todo está en el funcionamiento de la Dirección General Adjunta de Juegos y Sorteos, cuyos directivos solamente se ha contentado con ser simples observadores de lo que acontece en torno a las casas de juego y apuesta. Es más, está tan descompuesto el ambiente interno, que los mismos trabajadores de muchos años, y algunos de los más experimentados interventores saben que el problema no será de fácil resolución porque ya está inmiscuido el crimen organizado.
Quizá eso explica también la prepotencia y arbitrariedad con la que tratan al personal. Quienes tienen conocimiento del ambiente interno señalan que todo comienza con la permisibilidad del Subsecretario Abraham González, y la complacencia del Jefe de la Unidad de Gobierno Felipe de Jesús Delgado, para los actos que realizan Melecio Loyola, Director de Seguimiento; Roberto Preciado, Director General Adjunto de Entidades Federativas, y hasta un sobrino del señor Subsecretario de nombre Arturo González, quien por ese mérito despacha como Director.
El único que no pertenece al “Clan Jalisco”, como se ha denominado a este grupo que llegó con Francisco Ramírez Acuña, es Roberto Correa Méndez, y por ello se tiene que sujetar a los dictados de los demás firmando cuanto documento le colocan en el escritorio, sobre todo aquellos que le pasa Augusto Gómez, responsable del área de permisos, o Cristian Pérez, del área de casinos, y hasta los de un tal Méndez del jurídico y Alfonso Cervantes de Inspección. Muchos opinadores hemos estado solicitando de forma reiterada que se imponga la ley, o bien que los legisladores realicen un estudio de la forma en que funcionan las apuestas en otros países para retomar las experiencias más exitosas. Insisto, en Estados Unidos los casinos son la industria que más impuestos generan, y en México ni en eso se han fijado las autoridades.
Fuente: rumbodemexico - Vladimir Galeana

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