miércoles, 17 de septiembre de 2008

Al ritmo del Viejo Oeste

USA - Escuchar hablar de Nevada nos remite automáticamente a casinos, vida nocturna, luces de neón y a mucha, pero mucha diversión: es decir, a la vida loca de Las Vegas. Ciertamente, este desierto de antaño, convertido ahora en una meca comercial, se aleja de una imagen de tradición, razón número uno para que los amantes de los paseos diversos no se animen a visitar este paraje del norte estadounidense.
Sin embargo, si uno se atreve a cruzar las barreras de la tan famosa 'strip' y dirigirse, ya sea en carro o avión, un poco más hacia el oeste, irán apareciendo a los ojos de los turistas --como una suerte de caja de sorpresas-- pueblos con costumbres significativas. Grandes ranchos llenos de verdor se mezclan con zonas áridas ideales para deportes de aventura y notas musicales al estilo 'country' conviven con el rock más clásico y duro que pueda existir. Toda una convivencia natural que merece la pena experimentar.
CERCANÍA MONUMENTAL
Construida durante la Gran Depresión en menos de cinco años y bajo condiciones extremas, la represa Hoover es una estructura reconocida mundialmente y un monumento que a solo una hora de Las Vegas se ha convertido --según científicos y arquitectos-- en una de las construcciones que mejor podrá tolerar los embates de la naturaleza. Desde arriba de la represa, se puede disfrutar el lago Mead de un lado y el río Colorado del otro. Cuando uno entra, el funcionamiento interno que provee electricidad al valle de Las Vegas y gran parte del sur de California, impresiona por su modernidad.
WILD WILD WEST
Pero lo mejor viene cuando uno atraviesa un tramo mayor. Así, pues, uno de los pueblos que más impresiona es el de Elko. Aquí uno se puede transportar al pasado, gracias al Centro del Folclor del Oeste, el museo del noreste de Nevada y la estación Sherman. Casas hechas de madera a la usanza del viejo oeste aún perduran, la comida se basa en las tradiciones españolas y tienen por nombre 'basque' y los bares nos evocan a las películas de John Wayne. Este destino le permite también a uno jugar en los casinos, visitar las minas de oro y jurarse amor eterno en un pueblo aledaño llamado Lovelock.
Pero si lo suyo es lo natural, solo hace falta tomar desde este pueblo la carretera hacia el este y así seguir las indicaciones hasta llegar al cañón Lamoille que lo espera para deslumbrarlo en toda estación, ya sea en pleno verano con su variada vegetación o en invierno con sus cerros llenos de nieve, ideales para esquiar. A veces denominado el Yosemite de Nevada, el cañón se encuentra muy esculpido por la actividad glaciar. Una excursión acá no requiere de guía y en cuatro paradas uno puede encontrar praderas llenas de flores silvestres, abundante fauna, cascadas y rampas de avalanchas. Este rincón también es el punto de partida de un sendero para una excursión que pasa por varios lagos de montaña.
Pero lo especial es que a pocos kilómetros de este espacio de verde tonalidad se conjuga un árido desierto en toda su expresión en donde vibra el pueblo de West Wendover. Acá uno comenzará a disfrutar de la sonoridad del rock mezclada con la de los motores. Y es que este paraje es conocido por ser uno de los destinos más visitados por los motociclistas de todos lados del Oeste estadounidense. Los conciertos de música se realizan al aire libre y son organizados prácticamente todos los fines de semana con grupos de moda que son escuchados por locuaces amantes de las Harley Davidson.
DEPORTES DE AVENTURA
No solo los motociclistas que llegan a la zona pueden disfrutar de la rapidez de los motores. La práctica de las famosas ATV (un poco más grandes que las cuatrimotos que conocemos en el país) son bastante realizadas, sobre todo en el área de West Wendover. Cursos de inducción de una hora permiten experimentar un recorrido singular lleno de adrenalina y libertad en pleno desierto. Los tours incluyen traslados desde el hotel, almuerzo campestre y los implementos de seguridad necesarios. Los precios depende del recorrido y la duración. A partir de US$80.
Más datos
Elko ha sido denominado el mejor pueblo pequeño de Estados Unidos y la última verdadera ciudad 'cowboy' en dicho país.
Los grandes ranchos ahora actúan como centros de hospedaje en donde se puede aprender in situ cómo criar animales, cómo cortar árboles y cómo aprender a montar caballos.
Gracias a los museos se puede ver cómo era la vida de los inmigrantes que llegaron al país en los siglos XIX y XX. Casas de la época con reliquias también pueden ser visitadas.
ALLÁ VAMOS
Cómo llegar: De Las Vegas se puede contratar un servicio turístico hacia la zona del oeste de Nevada o un vuelo hacia Reno y de allí seguir la ruta hacia los pueblos.
Diversión: En estos pueblos, los casinos también son permitidos.
Más información: Para cualquier dato, ya sea sobre lugares de hospedaje o atractivos entre a www.travelnevada.com
Fuente: elcomercio

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