lunes, 29 de septiembre de 2008

La venta de loterías se dispara en Granada a medida que se acentúa la crisis económica

España - Los granadinos jugaron en el primer semestre 69,4 millones de euros, lo que supone un 6,21% más y duplica el incremento medio de España Lotería Nacional, Primitiva, Bono Loto, Quiniela o Euromillones significan el último salvavidas para miles de familias, acorraladas por las deudas.
La crisis económica hace verdaderos estragos entre miles de granadinos. Unos porque han perdido su puesto de trabajo, otros porque no pueden hacer frente a las obligaciones derivadas de inversiones a largo plazo, muchos más porque se han visto forzados a recortar de forma drástica sus gastos corrientes para poder llegar a fin de mes. El panorama no está para tirar cohetes precisamente y, en consecuencia, el consumo privado se retrae mes tras mes a la espera de que la situación mejore. Pero todos los indicadores advierten que la coyuntura actual irá a peor a muy corto plazo y en base a esta hipótesis, quien más quien menos procura reservar algo de dinero por si las cosas se complican.
Hoy día son muchos los ciudadanos que ante la evidencia de que no podrán conseguir ingresos adicionales a los que ya disponen, confían en la suerte. O para ser más precisos, en los diferentes juegos de azar que el ente público empresarial Loterías y Apuestas del Estado (LAE) les ofrece cada semana. Es la única forma, legal, de solucionar de un plumazo su difícil situación económica si resultan afortunados. Lotería Nacional, Quiniela, Quinigol, Primitiva, Bono Loto, Euromillones... son muchos los juegos en los que estas personas participan. Y lo hacen con tanto entusiasmo, que han colocado ya a Granada como una de las provincias de todo el país donde más se han incrementado las apuestas.
Los datos con que cuenta la delegación provincial del LAE atestiguan que Granada ha escalado un buen número de peldaños en lo que a gasto -o inversión, si se prefiere, en busca de un beneficio rápido y contundente- se refiere. De hecho, en el primer semestre del presente año, el volumen total de dinero destinado por los granadinos a los diferentes juegos de azar que controla el Estado suma la friolera de 69.419.743 euros. Algo más de 11.550 millones de las antiguas y añoradas pesetas. No se toma en consideración para nada lo que la provincia gasta en otros sorteos que controlan organizaciones como la ONCE o el dinero que va a parar a bingos y máquinas tragaperras. Y a buen seguro que el 'pellizco' también es cuantioso.
Doble y triple
¿Qué significa tan importante dispendio económico? Pues que Granada ha incrementado su gasto en los denominados 'juegos pasivos' -en los que el apostante se limita a adquirir décimos o billetes de la Lotería Nacional a la espera de que la suerte le sonría- en un 4,32% con respecto al mismo periodo del pasado año. Lo que podría parecer a simple vista un crecimiento muy pequeño, en realidad significa triplicar lo que ha crecido el gasto nacional en este mismo capítulo. Nada más y nada menos. Hay que tomar en consideración que hablamos de cantidades muy importantes y en las que la variación interanual ha de moverse, de todas todas, en un solo dígito. De hecho, la Lotería Nacional ha acumulado por sí sola casi 33,9 millones de euros.
Por lo que a los 'juegos activos se refiere' -en los que el apostante interviene marcando las casillas que barrunta van a ser las premiadas-, la situación es aún más contundente. Entre enero y junio pasados, el mismo periodo antes citado, el incremento de las apuestas ha sido nada menos que de un 8,10% con respecto a idénticos meses del pasado año. Este porcentaje dobla la media nacional, que alcanzó un crecimiento del 4,84%, a tenor de los datos de que dispone el LAE. Quiniela, Quinigol, Primitiva, Bono Loto... acumularon un gasto de 35,5 millones de euros, que tampoco está mal.
Causa: la crisis
El sentido común y la opinión de cuantos expertos ha consultado este periódico, indican que en épocas de crisis generalizada como la que vive este país y en particular una provincia como la de Granada donde el peso industrial es pequeño, es cuando mayor es el dispendio en los juegos de azar. La razón es la antes expuesta.
Este argumento se refuerza con el hecho de que con una pequeña inversión, que puede ser de tan sólo dos o tres euros, cualquier ciudadano puede conseguir un premio que alcance varios millones de euros. Ni trabajando las 24 horas durante 200 años, podría acumular un capital semejante.
Quien tenga los suficientes años como para haber atravesado por situaciones económicas difíciles, tendrá que reconocer así que en estos momentos es cuando más dinero destina al juego. «Yo estoy convencido de que esto es así, porque los aficionados a la Lotería Nacional, por ejemplo, son muy fieles a la compra de los décimos que tengan por costumbre cada semana; si hay un importante incremento en la venta es porque se incorporan más personas, sin duda acuciadas por la necesidad de que les toque un buen premio», opina Enrique González Simarro, delegado provincial del LAE.
Con mayor motivo había que hablar del resto de los juegos de azar que controla el Estado y en los que interviene también la agudeza o las supersticiones personales. El jugador se muestra convencido de que antes o después le va a tocar y apuesta de forma continuada. Máxime cuando observa cómo un vecino de Montefrío obtuvo en el juego de Euromillones la friolera de 76,6 millones de euros en premio. El mayor de toda la historia en España y con una inversión tan exigua como la de cuatro euros.
Probabilidades
Lo cierto es que la necesidad económica apremia a muchos jugadores y les impide discernir con frialdad lo que para un matemático sería todo un caso digno de estudio. No en vano, en el juego que más posibilidades hay de conseguir premio como es el de la Lotería Nacional, la posibilidad que existe es una de entre 600.000. Pero es que en el resto de sorteos, las probabilidades disminuyen de forma radical. En el caso de la Quiniela, alcanza una de entre cinco millones. Para la Primitiva, se eleva a una entre 14 millones, cantidad que se incrementa hasta los 31 millones en el Gordo de la Primitiva y riza el rizo frente a los 76 millones de posibilidades de que no le toque frente a una de que sí en el caso del Euromillones.
Así las cosas, todo apunta a que en el segundo semestre los registros del LAE aumentarán incluso por encima de las cifras conocidas. Y ello sin tomar en consideración el Sorteo Extraordinario de Navidad, que por sí mismo desborda cualquier previsión.
Fuente: ideal.es

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