España - Los ayuntamientos oscenses de Ontiñena y Ballobar ofrecen suelo al complejo Gran Scala, la opción más concreta es de 3.180 hectáreas de tierra junto al AVE, la AP-2 y un canal de riego.
El secretario del Ayuntamiento de Ontiñena, Víctor Gómez, sostiene un plano de la zona donde podrían ir los casinos mientras el alguacil Luis Cregenzán señala a la propietaria Maruja Cambra los terrenos afectados ante la mirada de la teniente de alcalde Ángela Barcos. Todo un pueblo ha apostado por un mismo caballo ganador. Salvo contadas excepciones --"tenemos el apoyo del 99,99% de la población", afirma el alcalde--, la práctica totalidad de los vecinos de Ontiñena (Huesca) han decidido probar suerte con la lotería de Gran Scala, el complejo de ocio y juego inspirado en el modelo norteamericano de Las Vegas y promovido por la empresa International Leisure Development (ILD) en Los Monegros.
"Arriesgamos muy poco y el premio puede ser muy grande", aseguraba ayer el primer edil, Ángel Torres (PP). La localidad, situada a apenas 41 kilómetros del límite con Lleida, ha puesto a disposición de la promotora 3.180 hectáreas de terrenos, propiedad del ayuntamiento y de 130 vecinos.
La oferta de Ontiñena, presentada oficialmente a ILD el pasado viernes, gana opciones cada día que pasa. La promotora había tanteado hasta ahora, con escaso éxito, a los municipios de La Almolda, Castejón de Monegros, Candasnos, Peñalba y Villanueva de Sijena, donde los propietarios pidieron cifras astronómicas a cambio de sus terrenos. En los últimos días, y después de conocerse la propuesta de Ontiñena, otro ayuntamiento cercano a Catalunya, el de Ballobar --a unos 35 kilómetros de Lleida--, ha mostrado también interés por ofrecer suelo para el macroproyecto, aunque todavía no ha concretado ni la cantidad ni la ubicación de las tierras ofertadas.
FÁCIL SUMINISTRO DE AGUA
La competencia no inquieta al alcalde de Ontiñena. La población del Baix Cinca, de poco más de 650 habitantes, está convencida de que el suyo será el número ganador. "Nuestra oferta es perfecta", afirmó ayer el alcalde. Su principal virtud es que "son terrenos situados junto a la autopista AP-2, la carretera N-2 y la línea del AVE", destacó.
Las casi 1.400 hectáreas de Ontiñena, situadas al pie de la ermita románica de San Gregorio, en la partida de Valcabrera, disponen además de un fácil suministro de agua, ya que el canal de riego de Los Monegros "pasa por ahí mismo" y, por último, están atravesados por un gaseoducto y por diversas líneas eléctricas, explicó Torres. La zona, aseguró el regidor, queda fuera también de las áreas de protección medioambiental (conocidas como Lugares de Interés Comunitario) y de las zonas de aves esteparias (ZEPA).
Y otro detalle, no mencionado por el alcalde: el futuro aeropuerto de Lleida-Alguaire, que está previsto inaugurar el año que viene, estará situado a poco más de 70 kilómetros de distancia de los terrenos escogidos. El de Zaragoza se encuentra también a unos 95 kilómetros.
APOYO POPULAR
El Ayuntamiento de Ontiñena era ayer un hervidero de gente. Muchos propietarios de terrenos pasaron por el consistorio, en un momento u otro de la mañana, para firmar la autorización que permite incorporar sus tierras al paquete ofertado a ILD. El documento les compromete a vender el suelo a la compañía por 9.000 euros por hectárea, en el caso de campos de cultivo, y por 6.000 euros, si se trata de pastos o eriales. "Son terrenos de secano, con una productividad muy baja, porque la mayoría está fuera del riego", explicó Julio Canalís, vecino y exalcalde de la localidad. "Lo único que nos inquieta --objetó Canalís-- es que no vengan para aquí los maleantes".
"No perdemos nada. Si al final no se construye Gran Scala, lo único que nos habremos jugado es la ilusión", agregó Juan Carlos Catalán, dueño de una finca de dos hectáreas que ayer mismo puso a disposición del proyecto. Catalán, que hace unos años sufrió un grave accidente laboral, jamás había imaginado que vendiera su parcela a semejante precio. Incluso los que quedan fuera de la operación mostraban ayer cierta ilusión. "Mis tierras están justo al otro lado del camino que marca el límite. Me consuela pensar que quizá algún día me las comprará una inmobiliaria", bromeó José Cregenzán.
Fuente: elperíodico
miércoles, 24 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario