Argentina - El obispo de San Isidro, Jorge Casaretto, advirtió que el poder económico de los grandes empresarios del juego y sus alianzas con los poderes políticos son enormes. “La compra de voluntades y de apoyos no reconoce límites”, denunció Casaretto.
El prelado advirtió que los bingos, difundidos como inocentes salones de encuentro familiar, unidos al fabuloso negocio de los tragamonedas, al alcance de todos los estratos sociales, se han convertido en importantes centros de juego.
Advirtió además que las casas de entretenimiento lúdico son destructoras de vidas y ruina de una enorme cantidad de familias argentinas.
“Muchas veces, funcionarios honestos han tenido que soportar presiones desde diversos estratos del poder para votar leyes o autorizar concesiones que faciliten, en última instancia, el enriquecimiento desmedido de unos pocos a costa de la ruina y la degradación de muchos”, denunció Casaretto, presidente de Cáritas Argentina.
Fuente: lagaceta
miércoles, 20 de febrero de 2008
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