“Lo que pasa que estamos en un proceso porque no es el Estado quien autoriza, sino la Secretaría de Gobernación y estamos en contacto con el Subsecretario del ramo y en el momento en que tengamos los elementos y las facultades que el gobierno pueda tener actuaremos con toda la firmeza para que se reubiquen. No se trata de echar la pelota ni al municipio ni al Gobierno federal, se trata de que coordinadamente veamos toda la parte normativa para que se reubiquen”, dijo Padilla.
Entre las faltas legales se encuentra la ausencia de permisos municipales, de planes de Protección Civil obligatorios, e incluso se instaló un casino en la ciudad de Culiacán, el Royal Yak, a 158 metros de una escuela preescolar, a pesar de que el Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos sólo permite su operación a más de 200 metros.
Actualmente, son siete los casinos en las ciudades de Culiacán, Los Mochis, Guasave y Mazatlán, con unos tres pendientes de inauguración. Aun cuando la constitución del Estado de Sinaloa dice que están prohibidos los casinos, Padilla dijo: “Hay que regular su operación lejos de los centros urbanos, lejos de las escuelas, lejos de los trabajos, poner cierto grado de dificultad, no somos un centro turístico, no son los extranjeros quienes vienen a jugar, son nuestras amas de casa que van y dejan ahí el diario, pierden el tiempo y todo mundo en un centro de apuestas”.
El gobernador de Sinaloa siguió declarando: “Estoy absolutamente en contra de la operación de los centros de juegos y casinos dentro de las áreas urbanas de la ciudad. Esto se tiene que reglamentar, si es que operen, en un área que no genere ningún problema social, psicológico, económico; yo estoy en contra”.
Fuente: Casino Compendium
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