Rubio está en contra de permitir que los Seminoles ofrezcan otros tipos de juegos que no sean los de la Clase III de máquinas tragamonedas. Por su parte, el Gobernador Charlie Crist ha estado negociando con la Tribu a favor del Estado. En la balanza está un ingreso monetario para el Estado de la Florida que, si el gobierno federal aprueba ampliar el juego estilo casino en los terrenos de la Tribu , la Florida pierde alrededor de U$S 200 millones al año. Si el Estado aprueba la ampliación del juego en los casinos de los Seminoles en la Florida, ese dinero ingresará en los cofres del Estado. La decisión definitiva es primordial, ya que el tiempo límite para llegar un acuerdo (entre el Estado y la Tribu ) es este 15 de noviembre.
Fuente: Diario las Américas
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