La magistrada instruyó a personal de la Prefectura Naval Argentina para que adopte medidas de seguridad a fin de que no se repitan los incidentes y "ahora, la reapertura del casino flotante depende de los dueños", precisaron este miércoles por la tarde las fuentes.
Servini de Cubría "en ningún momento ordenó la clausura del casino, sino que restringió el acceso a la embarcación para que la misma pudiera seguir operando como tal", dijeron allegados al sumario que ubicaron al hecho generador de los disturbios como "un problema de encuadramiento gremial" ajeno al ámbito judicial.
Las fuentes consultadas agregaron que al dejar sin efecto esas medidas restrictivas, que impedían a la mayoría de los empleados acceder a sus funciones, la jueza tuvo en cuenta a los trabajadores ya que en muchos casos las propinas representan "un gran porcentaje de sus ingresos".
Mientras una delegación de empleados del sindicato de juegos de azar (ALEARA) se entrevistaba pasado este mediodía con colaboradores de Servini de Cubría, anifestantes de ese gremio se concentraron frente a los tribunales federales de Comodoro Py 2002 de esta capital "en defensa -dijeron- de la fuente de trabajo". "Fuimos víctimas de agresiones. No queremos la presencia de patotas", expresó ante los medios de prensa Eduardo Bonani, uno de los líderes de los manifestantes.
Fuente: Infobae.com
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