Los jueces dictaron esta sentencia con motivo de una demanda por daños y perjuicios presentada por un jugador que en 2000 y 2001 había perdido en un casino de la ciudad de Bielefeld más de 60.000 euros en el juego de máquinas tragamonedas.
El hombre había podido acceder al casino pese a que había firmado una declaración voluntaria en la que pedía que se le prohibiera la entrada.
En este caso concreto, el jugador deberá asumir sus deudas porque, según la sentencia, los hechos se remontan a una época anterior a diciembre de 2005, cuando el Supremo falló su primera sentencia en relación con este tipo de controles.
Según el tribunal, no hay motivos que impidan que el control sea igual de severo en el juego de máquinas como en el de naipes o la ruleta.
Fuente: Terra Actualidad / EFE
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