Los representantes de ambos gremios fueron convocados al Ministerio de Trabajo para reunirse con la parte empresaria y el subsecretario de Relaciones Laborales, Guillermo Alonso Navone.
Allí acordaron la continuidad de reuniones entre las partes, aunque no se pudo avanzar en la reapertura del casino, ya que es una decisión que depende de la jueza María Romilda Servini de Cubría, quien dispuso su clausura el viernes.
Previamente, trabajadores afiliados a los dos gremios marcharon por la ciudad para pedirle “garantías” a la jueza.
El casino permanece cerrado luego de los graves incidentes del viernes último, cuando grupos de trabajadores de los dos sindicatos se enfrentaron a golpes y piedrazos, episodio que investiga Servini de Cubría.
Al respecto, los trabajadores que marcharon el pasado lunes hacia Tribunales señalaron que la división entre los gremios “es una disputa que pretende hacer ver la patronal, pero que ya fue dirimida ante la Justicia ”.
Los afiliados a Aleara indicaron que la Justicia rechazó en varias oportunidades planteos hechos por la cúpula del SOMU para que todos los trabajadores del casino flotante pasen al sindicato de los marítimos.
El titular de Aleara indicó que el gremio pide “que se investigue” lo ocurrido el viernes último.
“Había una asamblea de trabajadores de Aleara y hubo una irrupción de personas que nada tienen que ver con el casino. Entraron a romper la asamblea y obviamente se armó una batalla campal”, explicó el sindicalista.
Los manifestantes denunciaron que en la disputa “hay intereses políticos y económicos en juego muy importantes, en los cuales los trabajadores no tienen nada que ver”.
“Venimos a pedir a la Justicia garantías para que se reabra la fuente de trabajo y que se respeten todos los puestos, porque la patronal ha amenazado con despidos”, indicó uno de los trabajadores en las puertas del Palacio de Tribunales, ubicado en la intersección de Talcahuano y Lavalle.
Fuente: InfoBAE.com
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