jueves, 13 de noviembre de 2008

La asociación de ludópatas detecta un aumento de la adicción a los juegos on line

España - No hay un perfil concreto. Afecta a hombres y a mujeres. A jóvenes y menos jóvenes. Cualquiera puede caer en la ludopatía. Antes y ahora.
Nada ha cambiado en el perfil de los adictos al juego. «Hay personas que cuando se jubilan comienzan a dedicar su tiempo libre al juego, otros jóvenes que se inician con los amigos, otros más mayores que presentan la misma adicción. Lo único que tienen en común los que se enganchan es que juegan».
Lo garantiza Gonzalo del Moral Arroyo, el psicólogo sevillano que ha ofrecido a los usuarios de la Asociación de Jugadores en Rehabilitación (AJER) 'Nuestra Señora del Puerto' una charla con motivo de la celebración del Día Mundial Sin Juego de Azar.
El perfil del ludópata no cambia, porque cualquiera puede engancharse al juego, pero sí están modificándose las adicciones. Tanto Gonzalo del Moral como Begoña Domínguez, directiva de AJER, alertan del incremento de la adicción a los juegos on line. Las nuevas tecnologías también están dejándose notar en esta problemática social. Del mismo modo que se está percibiendo un aumento del ludópata compulsivo.
«Es el jugador del fin de semana, en el que la ludopatía llega de la mano del consumo de alcohol y cocaína», desvela el psicólogo y terapeuta familiar.
Un nuevo ludópata que crece «en un país que es el mayor consumidor de cocaína y que, por ejemplo, supera en cinco veces a Estados Unidos en la relación de número de tragaperras por habitante».
Son las novedades en una adicción que afecta a cerca del 2% de la población del país en la actualidad y que puede incrementarse en época de crisis económica como la que atravesamos.
«En estas épocas está demostrado que aumenta el número de las personas que prueban suerte en los juegos de azar», en busca del dinero rápido y fácil para hacer frente a las penurias.
La mayoría desarrolla la adicción por las máquinas tragaperras. «Todos los juegos han aumentado en el último año en un 6%, pero las tragaperras lo han hecho en un 15%», detalla Gonzalo del Moral. Porque las máquinas son las más accesibles, están en muchos bares, «requieren pequeñas apuestas, posibilitan grandes premios, animan con estímulos sonoros y visuales y ofrecen una recompensa rápida».
Desde hace ocho años
Los adictos a las tragaperras son mayoría entre los usuarios de la asociación placentina. AJER inició su andadura en la capital del Jerte hace ocho años. De la mano de dos directivos de la asociación de vecinos de Rosal de Ayala. Alonso Rodríguez y Margarita Izquierdo escucharon los problemas de una vecina con una hija ludópata. Y comenzaron a buscar el modo de ayudarla. Fueron los gérmenes de una asociación que hoy está federada y que ayuda a 112 adictos al juego -más hombres que mujeres- y a sus familias.
Lo hacen Alonso, Margarita y Begoña y también dos psicólogos, dos trabajadoras sociales y una educadora social. Ocho personas conforman el equipo de profesionales que trabaja en Plasencia con los ludópatas. A través de charlas y terapias para lograr que los adictos rompan con el juego.
Una rehabilitación «que es posible», garantiza Gonzalo del Moral; que requiere «pagar algunos peajes» y, sobre todo, «que cada afectado lleve a cabo su propia reconstrucción». Cuando el juego llega a ocupar hasta las horas del sueño «hay que plantearse un nuevo modo de vida que nos lleve a ocupar de otro modo el tiempo».
Los profesionales de AJER ayudan a ello a los ludópatas que acuden a la asociación en busca de apoyo, de una salida a su adicción. Suman ya ocho años haciéndolo. En el pabellón 11 del centro de Valcorchero. Porque no hay un perfil de ludópata. Porque cualquiera puede convertirse en jugador.
Fuente: hoy.es

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