Ecuador - El intendente de Policía de Pichincha, Mario Cárdenas, espera que la Fiscalía dé trámite legal al proceso que permita definir el destino de las 5.000 máquinas tragamonedas decomisadas en nueve provincias del país.
Aunque es partidario de las destrucción de esos aparatos, Cárdenas sostuvo que hay que continuar con el procedimiento legal pertinente.
“Obviamente están sujetas a un procedimiento legal en donde de justificarse plenamente de que no tienen registro tiene que necesariamente ser sometidos a la destrucción”, expresó.
Dichas máquinas funcionaban en varios centros de juego y casinos de nueve provincias, lo cual es ilegal, según el Reglamento de Casinos y Salas de Juegos.
Allí, se establece que los juegos electrónicos y máquinas tragamonedas estarán ubicados exclusivamente dentro de casinos de hoteles, en zonas convenientemente delimitadas.
En Quito, por ejemplo, se decomisaron 700 máquinas que se encuentran guardadas en las bodegas del Fuerte Militar Eplicachima, al sur de la ciudad.
El ministro de Gobierno, Fernando Bustamante, advirtió que estos negocios no pueden seguir funcionando en el país “para asegurarnos que el juego en este país no sirva de pantalla a actividades tales como el lavado”.
Fuente: cre.com
miércoles, 19 de noviembre de 2008
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