Argentina - Aníbal Ibarra y varios legisladores de distintos espacios impulsan un proyecto para gravar impositivamente los casinos y tragamonedas de la ciudad. Con eso se recaudaría entre 800 y 1.200 millones y no habría razón para la reforma macrista. La defensa K a los negocios de Cristóbal López y los nexos de Macri con el negocio del juego.....
Entre 800 y 1.200 millones de pesos. Eso es lo que desde la oposición en la Legislatura porteña afirman se podría recaudar de avanzar un proyecto que empieza a ganar consenso para gravar impositivamente los casinos y las máquinas tragamonedas en la ciudad de Buenos Aires, situación que desató una furiosa pelea política entre los que aparecen Aníbal Ibarra, los defensores K de los negocios de Cristóbal López y los contactos secretos del macrismo con actores importantes –y millonarios- del juego.
El asunto que desató este entramado fue la presentación del gobierno de Mauricio Macri del Presupuesto 2009, el cual prevé impuesto a los sellos que podrían alcanzar contratos entre privados –como el uso de tarjeta de crédito por ejemplo- o hasta transferencias de autos usados. La excusa oficial del macrismo para este proyecto es la falta de fondos por el ahorque financiero que sufren desde la Casa Rosada.
La respuesta de una buena parte de la oposición en la Legislatura fue un proyecto para establecer “un tributo sobre el monto bruto de todas las apuestas definidas como tales que se realicen en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, según explica el artículo 1º del texto, obra del ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra.
Con esto, afirman, se recaudarían entre 800 y 1.200 millones de pesos para cubrir los ingresos que generarían al fisco la reforma impositiva de Macri. En pocas palabras, el “impuestazo” como muchos llaman al proyecto del oficialismo porteño no tendría razón de ser.
La paradoja política que desató este proyecto es el apoyo que encontró en varios frentes políticos. Así, entre los firmantes de la iniciativa aparecen Gabriela Alegre, Julián D´angelo Facundo Di Filipo, Eduardo Epzteyn, Raúl Fernández, Martín Hourest, Diana Mafia, Raúl Puy, Patricia Walsh y hasta Marcelo Meis, quien llegó a la Legislatura por Recrear en su alianza
Negocios cruzados
Desde la oposición, aunque asoma un leve entusiasmo al notar las presencias de los legisladores kirchneristas –con cierto aire de independencia- Gabriela Cerruti y Juan Cabandié en la conferencia de prensa de ayer, saben que la posibilidad de conseguir apoyo a esta medida es complicada. Es que en los dos frentes –el macrismo y el kirchnerismo- aparecen figuras muy vinculadas a los intereses del juego.
A nivel nacional, los vínculos y negocios del zar del juego y amigo íntimo del ex presidente Néstor Kirchner, Cristóbal López, con la Casa Rosada, ya son innegables. El defensor de sus intereses en la Legislatura es justamente el bloque del Frente para la Victoria Diego Kravetz, que atraviesa días complicados con Balcarce 50, tal como viene adelantando La Política Online.
Kravetz se refirió a la conferencia de prensa opositora evadiendo dar su postura en relación a la posibilidad de lanzar un impuesto al juego. "No queremos sacarnos la foto con los que votaron el impuestazo del ABL (en referencia a la Coalición Cívica), ni con el promotor del impuesto al sello en la Ciudad de Buenos Aires (aludiendo al mismo Aníbal Ibarra)", dijo. Del juego y los millones de Cristóbal López, dueño de las máquinas tragamonedas del Hipódromo y del 50 por ciento –al menos en los papeles- del Casino flotante, nada de nada.
En cuanto a Ibarra, la posición es ambigua. Algunos voceros porteños defienden su postura: “Lo que hizo Aníbal durante años fue buscarle la vuelta al juego. Primero por Ingresos Brutos, después vía Alejandro Otero –ex director de Rentas en la gestión Ibarra- estaba preparando el proyecto pero no tenía mayoría en la Legislatura y el macrismo se lo volteó. Después lo destituyeron”.
Sin embargo, un legislador porteño –que apoya la idea del impuesto al juego- opinó en diálogo con La Política Online que “yiene complicidad el ibarrismo, no está libre de culpas porque fue el primero que lo firmó”, haciendo mención a los acuerdos del juego. Sin embargó, destacó que la medida tendrá apoyo de un importante sector de la oposición.
Facundo Di Filippo, diputado porteño por la Coalición Cívica afirmó a este medio que “el macrismo está bancando la falta de transparencia en este tema”. “Hice un pedido de informes al Instituto del Juego y me respondieron que como soy legislador y no ciudadano común tenía que ir por la Legislatura. Insólito” cerró.
Macri y el juego
En la conferencia de prensa que brindó hace instantes para justificar la reforma impositiva, el jefe de Gobierno omitió notablemente responder cuando le preguntaron por el proyecto de Ibarra de establecer un impuesto a los casinos y los tragamonedas.
Aunque algunos creen que el principal vínculo del macrismo con el juego es el legisladores Daniel Amoroso –titular del gremio Aleara que agrupa a los trabajadores del juego-, desde la misma oposición lo descartan, ya que afirman “es su posición sindical, pero no está en los grandes negocios”.
Sin embargo, dos actores muy vinculados al jefe de Gobierno si aparecen con un serio compromiso con el sector del juego e, incluso, son empresarios que se hicieron millonarios gracias a las ruletas y los naipes.
El primero es el legislador Martín Ocampo, a quien fuentes porteñas ubican como “abogado de la Cámara Argentina de Salas de Bingos y Anexos de Buenos Aires (Casba)”. Claro que el diputado local un juega sólo, sino que lo citan como mano derecha de Daniel Angelici. ¿De quien se trata?
Angelici es el ex tesorero de Boca, el hombre que puso Macri para manejar los millones que genera el club de la Ribera. Pero a su vez, es justamente el presidente de la Casba, que nuclea al total de las 46 salas de Bingo que funcionan en la Provincia de Buenos Aires y que desarrollan su actividad en 32 municipios.
Ambos, son dirigentes que vienen del radicalismo –cuadran en el termino “radicalismo macrista”- y los informantes ponen a Angelici como un dueño de casinos bonaerenses que, a fuerza de hacer girar la pelotita en la ruleta, se hizo millonario.
“Lógicamente, no van a apoyar una medida que perjudique de esa forma a un socio del macrismo. ¿A ver si Scioli los imita?”, sugirió la fuente, con cierto grado de ironía.
Fuente: lapolitica - totalnews
jueves, 20 de noviembre de 2008
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