España - La patronal pide ayuda al Gobierno para evitar el despido de 500 trabajadores.
Los bingos están con la soga al cuello. Pierden clientes, reducen ingresos (el 8% este año) y, en algunos casos, entran en números rojos. Seis salas han cerrado en los últimos 12 meses. Y las 50 que siguen en pie lo están pasando mal.
El sector no dá por perdida la batalla para que se bajen los impuestos.
La patronal califica de "crítica" la situación de un sector que, aun así, aporta 152 millones de euros anuales al erario público en impuestos. Por eso, reclama al Gobierno catalán que le ayude a renovarse. Si no es así, advierten los empresarios, medio millar de trabajadores pueden quedarse en la calle el año que viene.
El pasado viernes, y tras 20 días en liza, los bingos pusieron fin a la guerra del Supertoc y accedieron a activar, de nuevo, esta modalidad de juego en la que participa la Generalitat. La desconexión irritó al Gobierno catalán, que ha dejado de ingresar 200.000 euros por el boicoteo.
Los empresarios apostaron por una medida de presión de ese calibre para lograr "un objetivo de supervivencia": la rebaja fiscal. Cataluña es la segunda comunidad donde los bingos pagan más impuestos (el 28%) y los empresarios piden situarse al nivel de autonomías como Madrid (22%), Comunidad Valenciana y Andalucía (23%). Creen que esa rebaja les permitiría aumentar la cuantía de los premios y, así, hacer más atractivo el bingo a los jugadores.
"Fue una medida desesperada ante una situación desesperada", admite, a toro pasado, el presidente de la Asociación de Empresarios de Bingo de Cataluña, Javier Franch, que habla en nombre las tres entidades que aglutinan a la patronal. Las salas han cedido, finalmente, a la exigencia de la Generalitat de conectar el Supertoc como condición sine qua non para que ambas partes se sienten, de nuevo, a negociar.
¿Y qué han de discutir? "Mejoras clave para el futuro del negocio", opina Franch. Una de ellas -la citada rebaja de impuestos- topa con el rechazo del Gobierno, pero la patronal no pierde la esperanza de que se aplique en los próximos años. Las otras son de tipo técnico y están encarriladas, porque el Departamento de Interior las ve con buenos ojos. La patronal pide que se implante el llamado cartón virtual, que permite a los clientes jugar "sobre una pantalla táctil, con múltiples opciones de software", relata Franch. También reclama que las salas puedan instalar más máquinas de múltiples jugadores (tipo ruleta) que "han dado resultados excelentes".
Júlia, que antes de cenar sale de un céntrico bingo de Barcelona, no sabe lo que es un cartón virtual. Ni quiere saberlo. "Estoy un par de horas con mis cartones de siempre y listo". La mujer, de 59 años, representa el perfil clásico de jugador de bingo. La patronal admite que no puede incorporar a gente joven. Pero sí actualizar el juego para que, cuando los jóvenes se hagan adultos, "se planteen ir al bingo como una opción más de ocio".
Frente a las voces que consideran el bingo un negocio obsoleto y demodé, la patronal apuesta por su capacidad para renovarse. Y pone como ejemplo que, en los últimos años, ha sabido arañar ingresos por otros conceptos: el aparcamiento, las máquinas y el servicio de restaurante.
El número de personas que se deciden a entrar en un bingo cae año tras año. Lo mismo que la facturación, que en último trimestre ha caído el 12%. Al menos 20 salas atraviesan dificultades económicas, y se pierde en la memoria -fue hace seis años, en La Jonquera- la última vez que abrió una sala de bingo. A la decadencia específica del bingo se une la crisis económica global, que hace que el cliente habitual "gaste menos". Hasta ahora ha habido despidos esporádicos, pero la cosa podría ponerse fea el año que viene, advierte la patronal: "Sin mejoras, pueden perderse 500 o 600 puestos de trabajo. A ver si alguien nos cuida un poco".
Radiografía del sector del bingo
- 20.000 usuarios pasan cada día por las 50 salas de bingo que hay en Cataluña. Seis han cerrado este año.
- 2.000 personas trabajan directamente en el sector; la patronal alerta del posible despido de 500 en 2009.
- Los bingos de Cataluña pagan el 28% de impuestos, la segunda tasa más alta por detrás de Baleares (29%).
- El 47% de los impuestos que recibe la Generalitat del juego privado son del bingo (152 millones en 2007).
- El 58% de lo que recaudan los bingos va destinado a premios; el 14%, al operador, y el 28% se lo lleva la Administración en concepto de impuestos.
- Frente al 58% dado por los bingos, las máquinas recreativas dan en premios el 70%; los casinos, el 78%.
- La facturación de las salas cayó el 3,9% en Cataluña el año pasado. Es la única modalidad de juego que cae.
Fuente: elpaís
lunes, 24 de noviembre de 2008
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