El azar por naciones

España - Mientras los magrebíes se decantan por la Quiniela, los rumanos apuestan por la Lotería y los latinos combinan varios juegos.
Hablando de inmigrantes y azar, podría aplicarse aquello de 'dime de dónde eres y te diré a qué juegas'. Y es que los titulares de las administraciones de lotería de Logroño convienen en que los extranjeros residentes en nuestra comunidad siguen unos patrones de juego muy definidos.
De este modo, Ángel Alda de la oficina número 6, sita en Muro del Carmen, confirma que no será extraño observar en su despacho a «un magrebí o un centroafricano rellenando una quiniela un sábado por la mañana».
«Les gusta mucho el fútbol, de ahí esa afición por este juego de azar», justifica.
En cambio, la población rumana prefiere el abanico de posibilidades que abren los juegos activos -aquellos que requieren que el jugador tache o elija alguna casilla o número-, aunque tampoco olvidan la Lotería Nacional.
Este juego considerado 'pasivo' -ya que no implica al apostante- halla a sus mayores adeptos en las comunidades pakistaní e hindú, según puntualiza Pedro Martínez, responsable de la administración número 14 de la calle Cigüeña.
La razón de este interés resulta sencilla. «La Lotería no exige realizar una elección, simplemente escoges un número, por lo que resulta muy cómoda de jugar para personas que pueden tener mayores dificultades con el idioma», explica. Conjugando pasión por el deporte y un perfecto dominio del español, los latinos tienen soltura para diversificar sus cuantías en azar entre todo tipo de juegos.
Buena suerte
Pese a las múltiples oportunidades que reporta la posibilidad de combinar, los reyes del acierto no son otros que los magrebíes y centroafricanos gracias a su pasión por el balompié. «Resulta curioso, pero pronostican muy bien y tienen bastante suerte con los resultados», confiesa Jorge Ruiz, el titular del despacho número 15, ubicado en avenida Club Deportivo.
Más allá de nacionalidades, las distintas comunidades de extranjeros en La Rioja coinciden en que reservan un exiguo presupuesto para gastarlo semanalmente en juegos de azar. «No apuestan cantidades fuertes, siempre dedican lo mismo a este tipo de loterías», apostilla Ruiz, quien pese al azote de la crisis económica no ha percibido que la población inmigrante haya disminuido su interés por tentar a la suerte.
«Más o menos mantienen los mismos niveles de juego que antes de que irrumpiera la recesión en la economía», refrenda Alda.
En las próximas semanas, la Lotería de Navidad, el juego insigne del azar en España, les brindará otra ocasión para optar a un suculento pellizco.
Que la diosa Fortuna reparta suerte.
Fuente: larioja.com