jueves, 27 de noviembre de 2008

El Gobierno gasta una millonada para que los españoles compren lotería

España - Es una fuente de ingresos fácil: sólo de la recaudación de los juegos de azar del ONLAE, el Estado se lleva la cuarta parte. Así que el Ejecutivo invierte grandes fortunas en publicitarlos.
Quién sabe si cuando José Luis Rodríguez Zapatero dijo aquello de "buenas noches y buena suerte" tras el primer debate televisivo con Mariano Rajoy estaba promocionando de forma muy sibilina ante millones de espectadores los juegos se azar. El caso es que al presidente parecen gustarle mucho. O, más que gustarle como aficionado, que los españoles se dejen el dinero intentando seducir a la diosa Fortuna.
No en vano, hablar del Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (el ONLAE) es hablar de mucho dinero. Empezando por el hecho de que, el 25% de la recaudación de todos los juegos de azar organizados por el ONLAE (Primitiva, Euromillones...) va a parar directamente a las arcas del Estado a través de la Agencia Tributaria. Y siguiendo por que, aunque los premios de estos juegos están libres de impuestos, no lo están los rendimientos que el dinero le produzca al afortunado.
Con tan fácil forma de engordar la hucha pública, el Gobierno ha encontrado un filón y se gasta sumas astronómicas de dinero en promocionar sus juegos de azar. Este año, el Plan Anual de Publicidad y Comunicación Institucional (una previsión de gastos publicitarios que el Ejecutivo está obligado a hacer por ley anualmente) ha reservado una partida de 59,7 millones de euros para animar a los españoles a probar suerte.
El montante se distribuye en tres campañas comerciales, que no institucionales (porque el Gobierno obtiene beneficios económicos, mientras que en las institucionales no): una para promocionar la Lotería Nacional, el tradicional Gordo de Navidad y el Sorteo del Niño por valor de 27 millones de euros; otra para seducir a los ciudadanos con la Primitiva, el Gordo de la Primitiva, el Euromillones y la Bonoloto por otros 23,6 millones de euros; y la última y más modesta (por 9,1 millones de euros) para buscarles seguidores a la Quiniela, el Quinigol y la Apuesta Hípica.
Las cifras no varían mucho de un año para otro. De hecho, el año pasado el Ejecutivo invirtió prácticamente lo mismo -sólo 100.000 euros menos- para esas tres mismas campañas. Pero, en medio de una crisis económica como la que vive España, no deja de resultar llamativo que el Gobierno de Zapatero decida gastarse 59,7 millones de euros en publicitar sus juegos de azar. Una cifra que supone casi el 18% de los 338 millones de euros que el Ejecutivo ha reservado este año para campañas de publicidad institucional y comerciales (una vez que termina el año y se hace el cómputo el gasto real suele ser siempre un poco mayor, pero no varía demasiado).
O tal vez precisamente porque hay crisis el presidente confía en que los españoles se lancen a las administraciones de lotería en busca de un número premiado que les saque del bache.
Fuente: elsemanaldigital

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