martes, 1 de julio de 2008

Una apuesta arriesgada

España - Un jugador puede gastarse mil euros en un día en las tragaperras. El año pasado Málaga generó un volumen de juego de 727,65 millones de euros, lo que situó a la provincia a la cabeza de la región. Existen más mujeres jugadoras y además tienen más problemas para su rehabilitación ROCÍO P. LLAMAS. MÁLAGA Siempre se empieza ganando. Es la suerte del principiante. Pero lo que comienza como un simple entretenimiento al salir del trabajo acaba por arruinar la economía, el trabajo y la propia familia. El juego se ha convertido en una de las peores adicciones de nuestros tiempos, la mayoría de veces encubierta durante años por mentiras y por la aparente aceptación social que tienen las tragaperras.
El pasado año, según datos de la Consejería de Gobernación, el juego privado generó en Málaga un volumen de 727,65 millones de euros entre casinos, bingos y recreativas. Es la provincia andaluza en donde más se juega por detrás de Sevilla, que generó el pasado año 575,17 millones de euros. Si se desglosan estos datos, los casinos produjeron 236,74 millones de euros; los bingos, 159,13 millones, y las máquinas de juego, 331,78 millones de euros.
La Asociación Malagueña de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Amalajer) atendió el pasado año a 152 personas, de las que 95 eran enfermos (11 mujeres y 84 hombres) y el resto eran familiares. Las mayores adicciones devienen de las tragaperras (un 60% del total aproximadamente). Además, en gran parte de los casos, al juego vienen asociadas otras adicciones como son el alcohol y las drogas. Asimismo, quien juega a las tragaperras, indiscutiblemente juega a la primitiva, loterías cupones y demás sorteos con premios directos.
Existen muchas mujeres con problemas con el juego, más incluso que los hombres. Sin embargo, son menos las que consiguen ir a terapia. La jugadora tiene muchas trabas para la rehabilitación porque socialmente su adicción está peor vista y además suele traer consigo problemas de maltrato, falta de cariño y soledad.
El perfil. Los adictos al juego pueden gastarse en un día mil euros sólo en las máquinas, no saben valorar el dinero y se vuelven extremadamente listos para conseguirlo y, sin embargo, saben que tienen un problema. Saben que no se van a hacer ricos con este juego, pero sufren un trastorno del control de los impulsos ante el que no saben parar y agotan todo su tiempo y dinero frente a una máquina Las zonas de la capital en las que existe una mayor cantidad de jugadores son Cruz de Humilladero, la Carretera de Cádiz, la zona del Centro y Ciudad Jardín en este orden.
Las sesiones de terapia de Amalajer se basan en tres niveles. El jugador es acogido por otro ya rehabilitado para que le cuente su caso y cómo consiguió salir de este mundo. En las primeras sesiones de terapia se trata de parar el juego y la abstinencia. En el segundo nivel se intentan cambiar las conductas reales y la actitud y, en el último estadío, se trata la normalización para que la persona aprenda a vivir sin el juego.
Al final, dos años de duro esfuerzo que valen la pena para volver a recuperar lo que se perdió en la peor jugada de la vida.
Fuente: laopiniondemalaga

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