España - María Maceiras vive a caballo entre Vigo, Las Vegas o Montecarlo ganándose la vida entre los mejores jugadores del mundo.
Siempre lleva una baraja en el bolso por si "hay ocasión de echar unas manos" y dice ser más hábil con la psicología que con las matemáticas. Fuera de la mesa de juego, la utiliza para decidirse a revelar o no la que se ha convertido en su profesión durante el último año y medio: "Yo estoy muy orgullosa, pero según quién me lo pregunta sé cómo puede interpretarlo". Entre risas, relata la anécdota vivida en un centro estético. "La chica que me depilaba me dijo que no se iba a asustar porque estaba acostumbrada a tratar con prostitutas y strippers. Entonces le dije que me dedicaba al póquer y se quedó con la boca abierta", recuerda esta coruñesa de 27 años y residente en Vigo desde hace cinco.
Lejos del turbio mundo que el cine ha creado en nuestra imaginación en torno al póquer, este juego de mesa se ha convertido en un deporte de competición que arrasa en EE UU, triunfa en varios países europeos y que en España está comenzando a despuntar. ¿Y los gallegos? "Somos potencia. Es alucinante. Galicia calidade, ya lo dice todo el mundo. En los torneos igual te encuentras a dos o tres andaluces y a veinte gallegos", comenta orgullosa.
Ella no es mal ejemplo. Hace casi dos años su novio Julio, otro apasionado por el póquer, le comentó que había visto jugar partidas por internet y esa misma noche empezaron. Su primer ingreso, pocos días después, fue de "veinta o treinta euros". A los dos meses, Maceiras se clasificó para su primera competición en vivo y poco después ganaba la final on line de un torneo femenino de Everest Poker, que la fichó para su equipo internacional, donde también juega otro español, Pablo Ubierna.
En septiembre de 2007 se convirtió en la primera mujer vencedora de un campeonato de España, en Peralada, y en diciembre, en el primer jugador -sin a- en alcanzar dos veces esta competición. Ésa ha sido por ahora su mejor intervención: "Llegué a la final siendo la que menos fichas tenía y en el heads up [cara a cara] le gané a Raúl Pérez, el mejor español. Jugué muy bien, no fue por un golpe de suerte". "A mí casi me da un infarto", confiesa su novio, que asiste a toda la conversación.
El patrocinio de Poker Everest le ha permitido jugar en Las Vegas, Montecarlo o Londres con los mejores del mundo, los "pros" en su argot, y por eso dice que no se considera una profesional.
"Soy una privilegiada y puedo aprender mucho más y más rápido. He podido jugar con Gus Hansen y con otros pros que vemos en la tele y en los libros La diferencia es enorme", admite con modestia.
"Otro planeta"
Sus desplazamientos suelen ser a todo lujo, pero el destino más alucinante es Las Vegas: "He ido tres veces y cada vez me gusta más. Es otro planeta. En los casinos te encuentras partidas de turistas y a los pros jugándose millones de dólares. No te puedes sentar allí ni con dinero".
La inscripción en el campeonato del mundo que se juega en la ciudad estadounidense es de diez mil euros, que abona la patrocinadora. Esto da idea de los jugosos premios, pero a la risueña Maceiras no le gusta hablar de ello. "No es dinero fácil, requiere mucho esfuerzo y los campeones siempre son gente con la cabeza muy bien amueblada. Yo vengo de jugar en Las Vegas y me siento a jugar con mis amigos por diez euros", sostiene.
Lo cierto es que su apretada agenda le ha obligado a relegar en los socios todas las obligaciones de su agencia de publicidad, la profesión para la que se formó: "Ya no planificó mi vida a más de dos semanas vista. Soy muy feliz y mientras dure... Lo importante es que me siga gustando".
Fuente: farodevigo
martes, 29 de julio de 2008
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