Tres décadas de lujo y de azar

España - Eterno punto de encuentro de la 'jet set', el Casino de Marbella cumple 30 años de una vida intensa.
La escena, hará más de veinte años, tendría su aquel. Que un despistado visitante, colocado en el taburete para echar unas monedas en la máquina tragaperras, al mirar por el rabillo del ojo acertara a comprobar que su compañera de fatigas en la cosa del azar, codo con codo, no era otra que la desaparecida Lola Flores tenía que tener miga. «Hoy estamos un poco acostumbrados a ver a gente importante, pero en aquel entonces era una ocasión única para verla», recuerda Cándido Fernández Ledo, presidente de la Fundación Pilar Banús, ex presidente del Casino y mano derecha del desaparecido José Banús, visionario del turismo de élite y creador del puerto que lleva su nombre.
Treinta años después de su inauguración, por aquel entonces en Torre del Duque, en un Puerto Banús que ya atesoraba fama internacional, para hablar de la Marbella del lujo sigue siendo imprescindible hacer un repaso por la historia de este complejo de ocio. Más vivo que nunca, apadrinó eventos sociales de postín con la apertura de una caseta, punto de reunión de la 'jet set' al calor de las sevillanas y del cante, repleta noche tras noche por una interminable lista de nombres como la propia Lola Flores, Jaime de Mora y Aragón, Adnan Kashogui, Sara Montiel u Ornella Mutti. «Pasaron muchas noches en nuestra caseta porque era una cita obligada en la ciudad. Fue un lugar emblemático», explica el director de Casino Marbella, Javier Burgués, sobre aquellas veladas sin fin que siguen en la memoria colectiva de la ciudad.
Marbella fue una abanderada de la vuelta a la luz del día del juego, prohibido durante años. La Costa del Sol buscaba con ahínco un complemento a la oferta de sol y playa, que tenía síntomas de agotamiento, y un imán para las grandes fortunas que salían al extranjero en busca de otros templos del azar. Hubo suerte, nunca mejor dicho. El 7 de julio de 1978 se ponía de largo, en medio de una gran expectación, el casino de la ciudad, uno de los primeros de España, y junto a la discoteca Mau-Mau por la que ya habían pasado Cristina Onassis, Rainiero de Mónaco con Grace Kelly pasando o Liza Minelli.
«Los primeros tiempos fueron un poco caóticos. Había que escribirlo todo a mano y las colas eran interminables, de hasta 200 personas en la puerta», cuenta Patricio Chinarro, director de Juego de Casino Marbella. La curiosidad no tenía límites pero los controles eran igual de estrictos que ahora. «Una noche llegó Lola Flores sin carné y los policías no la dejaron pasar. Con ese genio que tenía lió una...», bromea.
En 1982 tocó hacer las maletas de Torre del Duque al Hotel Andalucía Plaza, su actual ubicación. Primero en los locales de la citada caseta y luego a las instalaciones donde se concentra a día de hoy su actividad. En total, más de 5.500 metros cuadrados donde se distribuyen 28 mesas de black jack, póquer, midi punto y banca, ruleta francesa y americana y una mesa electrónica de póquer texas, vigilado todo por 80 cámaras, así como el área de máquinas, el restaurante y el espacio para exposiciones.
Más atractivos
«Siempre se pensó en que fuera algo más que juego, que tuviera atractivos añadidos como una sala de fiesta o restaurantes», apunta Fernández Ledo. Dicho y hecho. Aunque la oferta lúdica es la piedra angular, su actual director lo define como un «lugar vivo», donde se organizan desde un concurso de fotografía para conmemorar el 30 aniversario a noches de jazz pasando por un menú especial que recorre los platos más emblemáticos de su cuidada oferta gastronómica.
Con estas credenciales, no es de extrañar que haya clientela más que fija. En concreto, Chinarro desvela que hay un señor que no falta a su cita diaria con el azar. «Viene todos los días, echa su partida y se va. Es la persona con más control que he visto», comparte. No siempre es así. En algunas ocasiones, por su posición como director de Juego, recomienda que abandonen cuando se percata de que se les está yendo de las manos.
Fuente: diariosur