Las columnas de los trabajadores del casino y los del turf no llegaron al final a enfrentarse.
El gobierno nacional prorrogó por cinco días hábiles la conciliación obligatoria por el conflicto en el casino flotante de Puerto Madero. Mientras, trabajadores despedidos efectuaron un “escrache” en Palermo contra uno de los propietarios de la empresa de juegos de azar. La intención de los empleados fue llegar al hipódromo, pero el sindicato del turf lanzó una contramarcha para evitar la protesta. Con ese clima, la policía hizo un vallado humano para que las dos columnas no llegaran a encontrarse. Lo que sí desbordó fue todo el tránsito en la zona de la avenida del Libertador, que quedó cerrada y con sus calles aledañas atascadas por completo.
Fuentes gremiales dijeron que el Ministerio de Trabajo comunicó la prórroga de la conciliación a la compañía y a dirigentes del Sindicato de Juegos de Azar (Aleara), cuyas máximas autoridades están enfrentadas con los empleados despedidos del casino flotante.
Las salas de juego que funcionan en dos embarcaciones en Puerto Madero fueron clausuradas el 12 de diciembre último por una disposición de la jueza federal María Servini de Cubría, luego de que ex empleados impidieran el ingreso de jugadores. Cientos de trabajadores se solidarizaron así con 69 empleados a los que la empresa denegó el acceso, con el argumento de que tienen causas judiciales abiertas por enfrentamientos protagonizados frente a las naves y en el interior de una de las embarcaciones.
Ayer a la tarde, trabajadores despedidos del casino flotante marcharon desde plaza Italia hasta las inmediaciones del Hipódromo de Palermo, donde efectuaron un “escrache” contra el empresario Cristóbal López. “‘Escrachamos’ al empresario kirchnerista Cristóbal López, quien es dueño del 50 por ciento del casino flotante y también del 50 por ciento de las máquinas tragamonedas del hipódromo”, dijo Leonardo Bonanni, uno de los delegados. Trabajadores despedidos, en declaraciones a la prensa, acusaron al empresario de aplicar una “mala administración” y reiteraron el reclamo de “inmediata reincorporación de 113 empleados”, al considerar que “fueron echados injustamente”.
Los manifestantes declinaron protestar frente al Hipódromo de Palermo, debido a una manifestación de sindicalistas del turf, y marcharon por avenida del Libertador, donde bloquearon el tránsito vehicular. Esto generó un caos de tránsito a la hora en que la mayoría de la población sale de la Capital Federal. “La Policía Federal nos impidió avanzar porque vino una amenazante patota gremial”, dijo Bárbara Browne, de la comisión de prensa de los ex empleados de la empresa de juegos de azar.
Pocos minutos antes, sindicalistas del turf advirtieron que iban a evitar la protesta de los trabajadores despedidos del casino frente al Hipódromo de Palermo, al considerar que la movilización iba a afectar la concreción de sus respectivas tareas. “Si quieren llegar a uno de los accesos del hipódromo tendrán que pasarnos por arriba”, sostuvo en declaraciones a la televisión Miguel Angel Quiroga, jefe de la Asociación Gremial de Empleados de los Hipódromos de Buenos Aires y San Isidro.
El líder sindical comandó un numeroso grupo de personas, ubicado en el cruce de la avenida del Libertador y Dorrego, a 200 metros de uno de los accesos del Hipódromo.
Voceros de los trabajadores despedidos del casino flotante adelantaron que ex empleados de la empresa de juegos de azar efectuarán la semana próxima una protesta ante el juzgado a cargo de la magistrada Servini de Cubría. “Pediremos que la Justicia se declare incompetente en el conflicto y permita la reapertura del casino con la consiguiente reincorporación de todos los trabajadores despedidos”, anticipó uno de los voceros.
Fuente: pagina12
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