Argentina - Cristóbal López pasó por esta provincia y prometió, sin poder cumplir, un Centro de Convenciones.
Cristóbal López es un viejo conocido de los tucumanos por su incursión en la provincia con el Casino Club, un lugar de juegos de azar que se había instalado en la avenida Adolfo de la Vega 473 de esta capital.
López, un chubutense, vecino del santacruceño y ex presidente, Néstor Kirchner, con quien mantiene muy buenas relaciones, había llegado a Tucumán con la intención de donar un Centro de Convenciones al Estado, como una contraprestación por la concesión directa para explotar 1.000 máquinas tragamonedas. En el año 2004, por medio de la resolución 895 de la Caja Popular de Ahorros, se dispuso oficialmente disponer esa transacción en forma legal, con el visto bueno del gobernador José Alperovich.
El 14 de setiembre del año pasado la relación entre López y el Gobierno estaba llegando a su fín, ya que mientras la empresa no podía dar cumplimiento, por no haber logrado los réditos esperados, el propio mandatario anunciaba la salida del Casino Club del mercado laboral ya que “no han cumplido su compromiso”, según las expresiones del mandatario. “Yo debo defender a Tucumán”, declaró a la prensa el gobernador.
El empresario de Comodoro Rivadavia, quien en sus comienzos habría sido comerciante minorista con la venta de pollos y verduras, supo amasar una gran fortuna y en la actualidad maneja una petrolera que factura aproximadamente unos U$S 5 millones por mes. Varias publicaciones nacionales le han dedicado espacio por las grandes posibilidades que ha tenido de crecer económicamente en poco tiempo. Es más, siempre se recordará en Tucumán que la partida del Casino Club de López, no implicó resarcimiento económico alguno para el Gobierno.
Fuente: lagaceta
viernes, 25 de enero de 2008
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