miércoles, 4 de junio de 2008

Las Vegas en la Cuna de la Bandera

Argentina - PROYECTO: CASINO DE ROSARIO BAUDIZZONE-LESTARD Y PROVEDO-QUINTIERO. Un casino de última generación, hotel cinco estrellas y centro de convenciones dentro de una morfología compleja.
Un proyecto juega de banca en Rosario. Los estudios Baudizzone-Lestard y Provedo-Quintiero acaban de comenzar la obra de un complejo de entretenimiento que, al mejor estilo Las Vegas, concentrará un casino, un hotel cinco estrellas y un centro de convenciones.
El proyecto surgió de una licitación pública realizada por la lotería de Santa Fe. Las ideas de los estudios Baudizzone-Lestard y Provedo-Quintiero fueron presentadas por la empresa Casinos de Rosario S.A., el grupo ganador. "Abarcará mucho más que salas de juego —asegura la arquitecta Aldina Quintiero— Es un concepto de entretenimiento mucho más amplio, que incluye actividades lúdicas, alojamiento, gastronomía y una propuesta turística".
El Centro de Convenciones y Casino estará ubicado en el Gran Rosario, en el cruce de la circunvalación (la entrada a la ciudad), con la ruta 9 (el acceso desde Buenos Aires); una zona muy deteriorada. El proyecto quiere convertirse en un hito urbano y motor de la recuparación barrial. "Por su escala y por estar rodeado de una gran extensión verde, el complejo tendrá una gran visibilidad y será un punto de referencia obligado", destaca Jorge Lestard.
Quintiero, especialista en salas de juego, compara al casino de Rosario con los grandes centros internacionales de apuestas. "La idea es que, como en Las Vegas, un pasajero pueda pasar todo el día en el complejo sin volver a la ciudad".
El programa está compuesto por tres bloques funcionales diferentes que el proyecto integra en un solo edificio. Los tres sectores (hotel, centro de convenciones y casino), se mezclarán y se diferenciarán a la vez en una morfología compleja.
Darle unidad a los casi 127 mil metros cuadrados de la construcción fue una apuesta difícil. "El desafío era lograr que las tres áreas se integren sin perder la identidad", admite Lestard.
Los frentes se resolvieron con muros premoldeados de piedra partida color gris. Con su geometría quebrada, el edificio contrasta con la cuadrícula urbana de Rosario. "Quisimos acentuar el aspecto lúdico del complejo", dice Quintiero.
La entrada principal del complejo parte en dos al edificio. En el medio, donde se desarrolla el centro de convenciones, un amplio hall contiene tres núcleos de ascensores y escaleras que llevan hacia los salones de conferencias del primer piso. En la planta baja, dos puertas comunican con el hotel (a la izquierda) y con el casino (a la derecha).
"Así el edificio va cambiando de actividades gradualmente", explica Lestard. La ubicación del centro de convenciones en el medio permite separar la intimidad de los pasajeros del hotel del uso público de las salas de juego.
De 18 mil metros cuadrados, el sector medio es la continuación natural del hotel. En la planta baja los proyectistas desarrollaron un centro de información turística. Allí también se montarán distintos espacios de exhibición para colecciones de arte.
En el primer piso estará el área de convenciones. Será un gran salón con capacidad para dos mil personas y con posibilidad de subdividirse en tres ambientes, a través de un sistema de tabiques acústicos corredizos. La gran sala de convenciones estará unida por una puerta con el business center del hotel. En este nivel se montará un museo de ciencias para chicos.
Punto y banca. El casino es el sector de mayor superficie del edificio. Suma 35.846 metros cuadrados. La única entrada a las áreas de juego será el acceso principal, desde el centro turístico y de convenciones.
El sector está proyectado en tres niveles abiertos unidos por un atrio central. Además de un recurso que permite interrelacionar todas las áreas de juego, los niveles abiertos construyen una especie de panóptico que permite ver todo el casino desde cualquiera de sus ángulos.
"La gente no irá sólo a jugar", dice Quintiero. Así, el sector casino tendrá cinco áreas gastronómicas. Además un restorán, que lo unirá al centro de información turística.
El encuentro con las áreas de juego será gradual. En el nivel de acceso se instalarán máquinas tragamonedas y dos confiterías.
Más alejadas de la entrada, en un área reservada, se ubicarán los juegos tradicionales, que concentrarán 40 ruletas, cinco mesas para punto y banca, nueve mesas de black jack y siete de pocker. El área estará integrada a otra confitería de mayor escala con capacidad para 300 personas, que la separará el área pública de juego del sector VIP.
El segundo nivel tendrá un área de 879 máquinas tragamonedas, ruletas electrónicas y una confitería para shows, un bingo y un pub. El último nivel sumará otro bar y más tragamonedas. Una apuesta original de los sectores del casino y convenciones son sus terrazas: contienen el equipamiento deportivo del hotel. "Las habitaciones están por arriba del resto del complejo y no queríamos someterlas a una vista de techos de chapa y equipos, por eso convertimos a las terrazas en la quinta fachada del edificio", dice Lestard. Las salas de máquinas y equipos de refrigeración están en el subsuelo del casino.
El hotel será operado por la cadena Accor. Tendrá 188 habitaciones, distribuidas en cinco plantas que sumarán 20 mil metros cuadrados. Los cinco niveles desarrollan una doble crujía que resalta en el entorno de alturas bajas que lo rodea y domina todo el complejo. Está rodeado de áreas verdes.
Los dos primeros niveles resuelven las áreas de servicio. En la planta baja están las recepciones, salones y restoranes abiertos hacia los jardines. En el entrepiso, se sitúa el business center, integrado con la sala de convenciones del sector central. Los estacionamientos, casi 55 mil metros cuadrados, y la sala de máquinas se ubicarán en el subsuelo.
Los proyectistas prometen un final de obra para la segunda mitad del año que viene. No habrá corte de cintas por etapas: la apertura de todos los sectores se hará simultáneamente. Se calcula que cuando los tres estén funcionando a pleno, cada fin de semana pasarán unas 2 mil personas por el complejo. Podrán dormir, trabajar y divertirse sin salir de allí. En una estadía que acercará Las Vegas a la ciudad cuna de la Bandera.
En pleno Palermo Hollywood, una zona que debe su nombre a la proliferación de canales, estudios y productoras de cine, televisión y publicidad, asoma un edificio de oficinas que cubre la necesidad de otro sector relacionado al rubro: las empresas de diseño gráfico, audiovisual y web.
El estudio del arquitecto Eduardo Groisman proyectó La Musa I, un conjunto de unidades funcionales que se desarrollan en ocho niveles, distribuidas en semipisos de planta libre. "Las unidades tienen la posibilidad de integrarse. Otra característica del edificio son las áreas comunes: proyectamos una en planta baja y otra en el piso 9 y la terraza", comenta el arquitecto sobre el edificio, inaugurado a fines de 2007.
La obra se desarrolló entre medianeras sobre un lote de 8.66 x 54 metros donde, debido a la zonificación, el estudio pudo proyectar un basamento de 3,50 metros de altura.
El frente se dividió en dos: un sector se aprovechó para un local comercial de doble altura y en el otro se ubicó el acceso. Según los proyectistas, uno de los usos posibles para el local es el gastronómico. "Como es claramente visible desde la vereda, un restaurant o bar podría atraer tantos los transeúntes como a los ocupantes del edificio. ", dicen.
Una vez atravesado el hall se llega al espacio chill out (una de las áreas comunes) distintivo del edificio. "Allí se incorporó un espejo de agua con una suave cascada que, sumado al verde de las plantas y la iluminación, invita a la charla amena y el relax en sillones de madera y almohadones", describe Groisman.
El solado de las áreas de acceso es de microcemento, recortado por varillas de acero inoxidable de disposición irregular, que sirven a la vez como juntas de dilatación. Hacia el final del terreno, los proyectistas ubicaron un área destinada a microcine, convenciones o presentaciones con su propio foyer de recepción y baños, que además, eventualmente podría ser abastecida desde el restaurant.
La fachada. Repitiendo la tipología clásica de los edificios de vivienda, la fachada fue proyectada mediante un plano único que abarca desde el piso 2º al 8º , en el cual se recorta un paño de carpintería integral de aluminio con cristales dobles con cámara de aire (DVH) que aseguran aislación sonora. "Sobrepuesto al frente se construyó un estrecho alero-balcón revestido en chapa de aluminio microperforada, para alojar los equipos de aire acondicionado, que de esta manera quedan ocultos", dice Groisman.
El 9º piso y la terraza fueron destinados al esparcimiento. "El edificio cuenta con solarium y piscina, un pequeño pero suficiente espejo de agua que goza de visuales privilegiadas a la ciudad", finaliza el proyectista.
Fuente: clarin - ELENA PERALTA

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