El IPRA y sus presidentes siempre son noticia

Argentina - El presidente IPRA, Rubén Arias, dio a conocer, el monto de los cánones que tributan mensualmente los casinos a la provincia (cerca de 300 mil pesos) y habló sobre una deuda de aproximadamente 900 mil pesos dejada por la anterior gestión de Horacio Sosa, de los cuales 38 mil pesos son reclamados por una agencia por los pasajes utilizados por el ex presidente Carlos Page y su comitiva para realizar un viaje a Las Vegas; y admitió que el Tribunal de Cuentas notificó al organismo de la apertura de un “juicio administrativo de responsabilidad” contra los anteriores titulares del IPRA.
Parece que Arias volvió al ruedo luego que paso un tiempo y la noticia sobre el pago del alquiler de la casa que se paga con fondos del IPRA (ver), quedara en el recuerdo y lo mas grave, ademas es que el alquiler se lo pagan a un funcionario del ARI el doctor Martin Urtasun.
Para combatir la ludopatia pusieron en funcionamiento un mecanismo que parece, mas que nada una joda, los que sufran esa adicción deben anotarse ellos mismos, para autoexcluirse de las salas de juegos.
El presidente del Instituto Provincial de Regulación de Apuestas habló en principio sobre la deuda que debe afrontar hoy el organismo por los compromisos asumidos durante las anteriores gestiones, señalando en tal sentido que tales obligaciones ascendían a 900 mil pesos, y que parte de ese monto está siendo cancelado a través de convenios rubricados con las distintas instituciones acreedoras.
Bajo la modalidad de pago y prestaciones de servicios el IPRA asumió un paquete deficitario en el que también se incluye un reclamo de una agencia de viajes por una cifra superior a los 80 mil pesos, de los cuales más de 38 mil pesos corresponden a los viajes impagos realizados por el ex presidente Carlos Page y su comitiva a Las Vegas, Estados Unidos, en el año 2005.
“Estamos tratando de acordar el pago con los acreedores para evitar instancias legales”, refirió ayer Arias, tras agregar que los mayores recursos presupuestarios del organismo se destinan al pago de sueldo. “Tenemos una carga de personal muy importante, el ochenta por ciento del prepuesto del instituto se destina al pago de sueldos de los 120 empleados, un número muy diferente al que utilizan otras loterías que se manejan con un promedio de cincuenta empleados”.
Recursos de impuestos
Arias explicó que una porción importante de los recursos que administra el ente provienen de los cánones fijos que cobran a los casinos.
Además de los ingresos brutos que tributan, los casinos abonaban a la provincia un impuesto fijo de 160 mil pesos (en el caso del Casino Oficial) y de 55 mil pesos (el Casino Status), pero a raíz de una modificación en una cláusula de reajuste, estas casas de juegos pasaron a tributar a la provincia 214 mil y 80 mil pesos mensuales, respectivamente.
En el caso del casino Status, la base imponible para el incremento fue tomada por el aumento de las máquinas que explota dicho comercio.
Investigación en el Tribunal de Cuentas
En otro orden, el presidente del Ipra indicó que recientemente fue notificado de la apertura de un “juicio administrativo de responsabilidad” que se tramita ante el Tribunal de Cuentas de esta provincia, contra los presidentes que la antecedieron: Carlos Page y Horacio Sosa, donde se investigan “diferencias” en los cálculos imponibles tomados para la contratación de los casinos en la provincia.
Novedoso mecanismo para combatir la ludopatía
Arias sostuvo que el número de personas afectadas por esta enfermedad se mantiene en un nivel invariable, debido a que existe un programa de “autoexclusión”, que consiste en que el propio jugador solicita ser excluido de las distintas salas de juegos existentes en la provincia.
“Siempre hubo ludópatas”, dijo el titular del organismo, agregando que “el trabajo del IPRA en este sentido consiste en dar la posibilidad a quien se quiera autoexcluir del juego que pueda inscribirse en una lista de autoexcluidos”.
El trámite, según explicó, es muy simple y consiste en completar una ficha o formulario con todos los datos personales del jugador y su fotografía, que es distribuido a todas las agencias y casinos, a pedido del mismo paciente que de esta manera se autoexcluye de estos ámbitos. Como segundo paso, remarcó Arias, el instituto los deriva a Salud Mental para que puedan llevar a cabo un tratamiento específico.
Fuente: cronicasfueguinas