USA - Buena parte de los últimos 400 años han sido miserables para los índígenas estadounidenses Mashantucket Pequot.
Casi aniquilados por los colonos ingleses y la viruela, los sobrevivientes fueron esclavizados y desplazados. Reducidos a unas pocas decenas en la década de 1970, cultivaban lechuga y producían jarabe de arce para sobrevivir en la pobreza de sus remolques, en medio de los bosques de Connecticut.
Pero el juego y las apuestas han cambiado todo eso.
Ahora, son los propietarios de Foxwoods, el mayor casino de Norteamérica, con lo que los 800 a 900 miembros de la tribu son ricos.
El mes pasado, lucieron pieles de zorro y esmoquines y bebieron champaña para celebrar la apertura de una ampliación de 700 millones de dólares de su imperio, la torre MGM Grand.
Pero la tribu se ha dado cuenta de que el éxito viene acompañado de la polémica.
Desde que en 1983 el pueblo obtuvo el reconocimiento federal, los críticos han cuestionado la autenticidad de sus ancestros tribales, ya que acusan que mucha gente resultó ser Pequot cuando entró en escena la posibilidad de un casino.
Algunos creían que la tribu estaba extinta, exterminada por los colonos y otros grupos nativos, como los Mohegan, tradicionales enemigos de los Pequot.
En devolución del golpe a estos críticos, el Museo Mashantucket Pequot inauguró una exposición al día siguiente de que fuera inaugurada la nueva torre, llamada "Raza: ¿Somos tan diferentes?."
"El público estadounidense tiene la idea incorporada sobre la gente nativa que está basada en la tradición de las llanuras," dijo el director de investigaciones del museo Kevin McBride, aludiendo a la imagen de los indios en los estados del oeste "con pelo largo, cazando búfalos y con taparrabos."
"Esto se traduce en cómo la gente espera que los Pequot luzcan y actúen," dijo McBride. "Les sorprende el hecho de que haya mucha diversidad étnica," agregó.
En la muestra, por ejemplo, resalta una enorme fotografía de unos 100 integrantes de la tribu que van desde rubios de piel clara a pelirrojos, pasando por negros y personas que lucen más como la imagen clásica de los indígenas de Estados Unidos.
La diversidad proviene del mestizaje de los últimos 400 años con personas de diferentes etnias.
Sean cuales fueran las controversias sobre el origen, el tema comercial ha avanzado mucho desde los días de los salones de bingo en las reservas indígenas de la década de los años '80.
Foxwoods posee la mayor superficie para apuestas del continente, lo que lo convierte en el mayor actor de la industria indígena del juego de Estados Unidos, que en el 2007 tuvo ingresos por 27.000 millones de dólares.
A las 7.200 tragamonedas ya existentes en Foxwoods se agregó la torre MGM Grand de 30 pisos con otras 1.400. También sumó un teatro de 4.000 asientos, restaurantes con célebres chefs y un lujoso spa.
"Esto está empezando a parecerse más y más a Las Vegas," dijo en la ceremonia de inauguración Gamal Aziz, presidente de MGM Mirage, socio del proyecto.
Entre 800 y 900 personas forman parte de la tribu y cerca de la mitad tienen menos de 18 años. Cada uno recibe un pago de acuerdo a las ganancias del casino.
"El casino ha tenido un impacto muy grande en la revitalización de nuestra nación en tanto tribu," dijo Jason Guyot, quien trabaja para MGM Grand cinco años después de haberse graduado en la universidad con una beca de la tribu.
INTENSIVO EN CAPITAL
Desde que abrió el casino en 1992, los Mashantucket Pequot han entregado unos 2.600 millones de dólares al estado, el 25 por ciento de las ganancias de las tragamonedas. En tanto nación soberana, a las tribus no se les exige que paguen impuestos o que publiquen sus informes financieros.
Rodney Butler, tesorero del consejo tribal, dijo que gran parte de las ganancias eran reinvertidas en el negocio y usadas para financiar servicios comunitarios. Pero se negó a decir cuánto reciben los miembros de la tribu en pagos per cápita.
"Es como cualquier otro negocio familiar," aseguró. "Esta es una industria que requiere de grandes inversiones de capital (...) no se trata de una cuenta de banco inmóvil con miles de millones dentro," agregó.
Butler, de 31 años, creció cerca de la reserva Mohegan al otro lado del río de Foxwoods. "Solíamos venir aquí a visitar a nuestros primo. Aquí no había nada, así que simplemente pasábamos el tiempo con nuestras familias haciendo picnic," comentó.
Ahora el casino emplea a 10.000 personas directamente y, según la tribu, a otras 30.000 en forma indirecta. "Contar con ese motor económico trajo a la gente de vuelta a la reserva," explicó Butler.
Joe Smith, portavoz de los Mohegan, propietarios del casino rival Mohegan Sun, dijo que los miembros de su tribu reciben alrededor de 28.000 dólares al año cada uno por las ganancias.
Smith, quien cree que sus rasgos europeos se deben a un abuelo suizo y a la "lotería genética," comentó que los Mohegan ahora gozan de una amigable rivalidad con los Mashantucket Pequot que, según comentó, se rumorea que reciben pagos de seis cifras, ya que son menos.
La tribu Mohegan ha usado las ganancias del casino para remodelar un cementerio tribal y un parque en donde se encuentra un fuerte Mohegan, construir casas para los más pobres y un hogar para los más ancianos de la tribu.
Según la Asociación Nacional India de Juegos de Azar, de un total de 562 tribus indias reconocidas a nivel federal, unas 225 se dedican a los juegos de azar. Solo aproximadamente un cuarto de ellas distribuyen pagos per cápita.
Foxwoods y Mohegan Sun generan en conjunto ingresos anuales por 2.500 millones de dólares, según el Informe sobre la Industria India de los Juegos de Azar de Alan Meister, un economista de Analysis Group, basado en datos del 2006, los últimos datos disponibles.
En comparación, las 54 tribus del estado de California que tienen empresas de juegos de azar tienen ingresos por 7.700 millones de dólares y los casinos de Nevada, hogar de Las Vegas, acumulan ingresos por 12.600 millones de dólares.
Patrick Mirabal, un músico de Taos Pueblo en el estado de Nuevo México que se presentó en la inauguración del MGM Grand, dijo que a pesar del crecimiento de la industria de las apuestas, muchas tribus todavía tienen problemas sociales.
"Todavía hay mucho alcoholismo, drogas, violencia doméstica," comentó Mirabal. Pero aseguró que el éxito de Foxwoods era bueno para los Pequot y un modelo para los demás.
Fuente: Claudia Parsons - Reuters
lunes, 23 de junio de 2008
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