España - El Campeonato de España de Póker Texas Hold'em trae al Casino Aljarafe el futuro del mítico juegol torneo de póker Gran Casino Aljarafe. Tomares. Final del Campeonato, hoy desde las 18:00
Para quien el póker esté asociado a memorias de escenas míticas como las que protagonizaron Steve McQueen y Edward G. Robinson en The Cincinatti Kid, o Paul Newman y Robert Shaw en El golpe, entre otras muchas, ya se puede ir despidiendo de sus evocaciones cinematográficas, porque el póker del presente y futuro tiene ya mucho más que ver con la cibernética que con el celuloide.
Todo ello quedó claro ayer con el inicio de la quinta prueba del III Campeonato de España Texas Hold'em que acoge el Gran Casino Aljarafe, por primera vez. Nada de humos de puros o whiskies con hielos, de pausas eternas y caras inescrutables. "Ahora se pueden calcular las probabilidades. Es un juego más cercano al ajedrez y hay programas para jugar", afirma Paco Torres, El Tren.
El apodo, explica, le viene de internet, "que es donde se desarrolla el 90% del póker". Hablamos, por supuesto, del Texas Hold'em, una modalidad en la que al jugador se le entregan dos cartas y otras tres son comunes para todos los jugadores y que en la actualidad es la más popular del mundo, sobre todo on-line.
Al torneo de Sevilla se han apuntado unos 120 jugadores, procedentes de toda España, que pagaron una inscripción de 600 euros, más 60 de gastos. Previamente, el viernes, se celebró un torneo satélite en el que participaron 173 jugadores, de los que se clasificaron 34, y que sólo tuvieron que pagar 50 euros. Tanto unos como otros recibirán 10.000 puntos, que pueden aumentar hasta lograr ganancias, calcula Paco Torres, "de 30.000 euros. No es mucho, si se compara con la partida por internet de mañana, con premios compartidos de millones de dólares".
Y es que aunque España no es los Estados Unidos, en nuestro país hay ya, afirma Paco, "al menos cien jugadores totalmente profesionales, es decir, que sacan un sueldo superior a un alto ejecutivo. Yo soy semiprofesional. todavía no he dejado mi trabajo. Tenemos que estar en forma, porque hoy vamos a jugar doce horas, así que nada de copas. En América están prohibidas".
Entre los participantes, sorprende la juventud de la mayoría de ellos, que como apunta Juan González, jefe de promoción del Gran Casino, "son veinteañeros". Alex, de Barcelona, es uno de ellos. Empezó a jugar con los amigos al póker tradicional, llamado ahora sintético o chirivito, "pero en el Hold'em vi el futuro". En la actualidad, el póker supone un "sobresueldo pequeño" a su trabajo en la empresa familiar de telecomunicaciones y ayer fue uno de los que se clasificó en el torneo satélite, donde vio a otros "veinte jugadores catalanes".
En Cataluña, recuerda, cerraron el club de póker con una operación "desproporcionada, con 20 mossos d'Esquadra". Sin embargo, está permitido jugar el Hold'em en los casinos. En Sevilla, por ejemplo, está el Club de Póker de Sevilla, con blog propio y una veintena de socios que juegan todos los viernes, según explica uno de sus ellos, Rafael, pero en el casino no está aún homologado el Hold'em. Consecuencias de la desigualdad legal entre autonomías. "El tradicional somos, creo, el único casino en Andalucía que lo tenemos. Y los fines de semana hay partidas fuertes, a partir de 500 euros", explica Juan González.
De los más de cien participantes, sólo tres o cuatro son mujeres. Otras asisten como acompañantes. El aura machista del póker sí persiste y se hace evidente en los anuncios de portales de juego en los revistas, publicitados sin venir a cuento por señoritas ligeras de ropa. Sin embargo, las croupiers, personal formado por el propio casino, son mayoritariamente chicas.
"Hay jugadores que las prefieren. Les gusta que sean dulces pero sepan imponerse cuando sea preciso, aunque ésa es sólo mi opinión", afirma Juan González.
Fuente: diariodesevilla
lunes, 2 de junio de 2008
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