sábado, 31 de mayo de 2008

John Wesley Hardin

USA - John Wesley Hardin ( Bonham, Texas, 26 de mayo de 1843- El Paso, Texas, 19 de agosto de 1895) fue un criminal del oeste estadounidense del siglo XIX al que se le adjudican al menos 40 muertes. Reconocido por ser un hábil pistolero, creció en la etapa posterior a la guerra civil en la cual la violencia era una forma aceptada de solucionar conflictos.
Después de estar preso por dieciséis años por la muerte de un sheriff, logró convertirse en abogado, pero fue abatido a balazos por un policía de la ciudad de El Paso. Escribió su autobiografía incompleta bajo el nombre de “Vida de John Wesley Hardin, escrita por el mismo”.
Fue el hijo de un predicador metodista, su nombre le fue dado en honor del fundador de esa congregación. Nacido en la etapa posterior a la guerra civil creció bajo el resentimiento hacia las autoridades federales como él mismo lo anota en su autobiografía:
Los principios de la causa sureña crecían en mi mente grandiosos, resplandecientes y sólidos mientras los meses y los años pasaban. Veía a Abraham Lincoln quemado en efigie y pulverizado en pedazos tan frecuentemente que le creía el mismo demonio encarnado que le estaba oponiendo la más cruel guerra sobre el sur para robarle sus sagrados derechos. Así pueden ustedes ver la justicia de la causa sureña que me fue enseñada en mi juventud, y si nunca renuncié a estas instrucciones en mis años posteriores, seguramente era porque estaba muy convencido en mis primeros adiestramientos. “La manera como doblas una ramita, será la manera como crezca” dice un viejo dicho muy certero. Por todo esto crecí como un rebelde.
Su primer homicidio lo cometió a los quince años en un antiguo esclavo de nombre Mage Holzshauzen – al parecer un año antes ya había herido a cuchillazos a un compañero de escuela. Mage había jurado vengarse por haber perdido una pelea contra John y otro amigo; llegado el momento oportuno enfiló con un garrote contra Hardin mientras andaba a caballo; éste le disparó varias veces hasta herirlo mortalmente. A pesar que fue en búsqueda de ayuda el joven Mage murió; Hardin decidió huir ya que las autoridades en ese tiempo era muy duras en los crímenes cometidos en gente de raza negra. En su escape se le adjudica haber matado al menos a cuatro soldados de la Unión.
Vida criminal
Trabajó como maestro de escuela en el condado de Navarro y como cowboy; en tal oficio se le atribuye haber matado a seis mejicanos en una acalorada discusión. Ganándose la vida por medio del juego del póker, mató a un tal Jim Bradley durante una partida; estando en una vecindad mexicana en febrero de 1871, según cuenta en su autobiografía, debido a un pago que le fue rechazado durante un juego de cartas, golpeó a uno en la cabeza con la pistola, disparando a mansalva quebró el brazo a otro y a un tercero le atravesó el pulmón; por esto según él “ las buenas gentes de la vecindad dijeron que hice algo bueno”. Ese mismo año contrajo matrimonio con Jane Bowen, una querencia de su poblado con quien procreó dos hijos.
En este tiempo estuvo de visita en la localidad de Abilene; según sus palabras :
He visto muchas ciudades promiscuas, pero creo que Abilene les da una paliza a todas. El poblado estaba repleto de hombres y mujeres duchos en el juego, apostadores, vaqueros, delincuentes, gente de toda calaña. Bien pertrechada de bares, hoteles, barberías, y casas de apuestas, todo a disposición.
Encuentro con Wild Bill Hickok
Allí tuvo un supuesto encuentro con otro afamado pistolero, Wild Bill Hickoc , en ese tiempo marshal del pueblo. Según cuenta, éste le demandó que se despojara de sus armas mientras andaba de juerga con unos camaradas en un bar, ante lo cual Hardin se rehusó; al momento de salir Bill del establecimiento con John detrás de él, alguien gritó; de nuevo Hickok se dirigió a Hardin reclamándole por hacer bullicio y le demandó darle sus pistolas, el tejano lo hizo así extendiendo sus armas pero de repente giró sus pistolas de tal manera que quedaron en frente de Wild Bill. Éste al final le dijo: “Eres el chaval más hábil y rápido que he visto. Vamos a dejar esto de lado y seré tu amigo”. Sin embargo hay quienes dudan de este hecho por la reputación de Wild Bill y que él mismo no hubiera dejado caer su prestigio tan fácilmente; además tal truco con las armas era algo común para no ser previsto por el marshal.
Otro hecho que se le achaca en este lugar es haber disparado a través de las paredes inmisericordemente a alguien que dormía a la par de su cuarto, pues hacia demasiado ruido al dormir. Cierto o no Hardin abandonó el pueblo inmediatamente.
Encarcelamiento
Fue perseguido incesantemente después de otro encontronazo en agosto de 1872 en Trinity City donde fue herido gravemente, pero se entregó a un sheriff de su confianza en el poblado de Gonzales el cual facilitó su huida al darle una sierra para que cortase los barrotes. En octubre fue aprehendido en el condado de Cherokee, por el asesinato de cuatro hombres de raza negra, pero escapó nuevamente.
Su vida tomó un rumbo definitivo en 1874 teniendo a la fuerza policial de los Rangers de Texas detrás de él. En ese año abatió en un intercambio de disparos al sheriff Charlie Webb en el condado de Brown; homicidio en el cual unos primos participaron. Hasta ese momento Hardin había tenido algún apoyo popular por sus acciones, especialmente si la víctima era algún federal; pero no pasó esto con Webb quien era muy respetado en la zona. Las consecuencias de esto fueron fatales al ser linchado su hermano; al menos ocho perdieron la vida entre familiares e inocentes.
Debido a esta persecución huyó a Florida y se hizo llamar J. W. Swain, pero su persona estaba bajo una intensa búsqueda y una recompensa de cuatro mil dólares por encontrarlo vivo o muerto. En agosto de 1877 su identidad fue expuesta por un amigo cuando fue golpeado por un manager ferrocarrilero, al expresar aquel públicamente que no dudaría el reputado Hardin en buscar revancha; al poco tiempo alrededor de una veintena de oficiales realizaron la captura el 23 de agosto de 1877. En el arresto fue golpeado y sometido puesto que hubo resistencia de su parte al tratar de sacar su pistola.
Bajo el temor de ser linchado como lo había sido su hermano, enfrentó el juicio en Texas y fue sentenciado a veinticinco años de prisión a ser cumplidos en la penitenciaría de Huntsville. Según su testimonio :
Por cierto, mucha gente vino de muchos lugares a ver al notorio John Wesley Hardin, desde la más vetusta dama hasta la señorita que apenas estaba en su adolescencia.
En una ocasión, una chica me dijo que había ido al lugar que pasamos el día anterior, y que no se lo hubiese perdido ni aún por $100 dólares. Le pregunté si estaba satisfecha. Ella dijo : “oh si , le puedo decir a todo el mundo que he visto al notorio John Wesley Hardin, y que es muy apuesto”.
Durante su confinamiento pasó contratiempos en los que fue penalizado por intentos de huida, pero aparte de esto pudo estudiar leyes y logró ser autorizado para ejercer la abogacía. Salió de prisión bajo juramento en febrero de 1894. Su esposa a la que le tenía un devoto amor murió un año y cuatro meses antes de su liberación. En ese tiempo también empezó su autobiografía.
Últimos años en El Paso
Enfrentando su nueva vida trató de ejercer su profesión en la localidad de El Paso, algo que resultó infructuoso por su pasado. Al poco tiempo Hardin deambuló en los bares de la zona, fanfarroneando, jugando y bebiendo. Mientras, los policías locales estaban al tanto de sus movimientos, debido a su reputación de buen tirador, algo que no ocultaba desde el momento de su llegada. Con todo, ante acusaciones de portar armas, y algunos robos, él asentía y confrontaba a las autoridades.
En una ocasión amenazó a punta de revólver una afrenta durante un juego de dados y recobró el dinero perdido; interrogado por los periodistas sobre el asunto respondió:
Admiro el valor, la virtud y el arrojo donde sea. Pero odio y detesto al cobarde y asesino por naturaleza, sea reportero, periodista o apostador.
En esa estadía Hardin tenía buena reputación en los juegos de mesa; estando un día de agosto del año 1895 en el Acme Saloon apostando en los dados con Henry Brown, el policía John Henry Selman se hizo presente al lugar y se dirigió hacia Hardin por la espalda disparándole en el acto por detrás de la cabeza, dejando así postrado al infame delincuente; según algunos sus últimas palabras fueron : “cuatro seises a mejorar, Henry”.
Una de las versiones que se manejan por esta acometida es la de que Hardin estaba molesto por el arresto de una amante por Selman debido a que aquella portaba un arma ilegalmente; desde entonces el tejano amenazaba constantemente al oficial, especialmente si estaba borracho. De acuerdo a historiadores, la época de confrontar a las autoridades sin vergüenza alguna ya estaba en decadencia para la muerte del famoso pistolero, por lo que la acción inmediata del policía era previsible.
Consideraciones sobre la vida de Hardin
Hay cierta discusión acerca de la vida criminal de Hardin, en cuanto a tacharlo como un mero asesino a sangre fría o como un hombre de su tiempo. En esta última opinión se hace notar que el periodo posterior a la guerra civil, la proliferación de armas y la penuria económica de los estados sureños hacían que las confrontaciones a mano armada fueran de alguna manera aceptadas . Además, ser un diestro pistolero era algo compartido tanto por las autoridades, los ciudadanos, como por los mismos delincuentes, puesto que se reaccionaba violentamente de manera inmediata ante cualquier ataque, provocando tiroteos para defender lo que se creía correcto.
En Hardin algunos ponen de relevancia sus conflictos internos y la compleja personalidad que le incitaron a reaccionar ante ciertas situaciones. En sus primeros años fue apoyado por los aldeanos tejanos cuando abatía a ex esclavos o federales, pero tales “hazañas” se complicaron al eliminar a gente de toda condición como sheriffs o ladronzuelos, en lugares diversos como saloons, arreando ganado, y por motivaciones variadas. Según este parecer los móviles de Hardin entonces tenían más que ver con el hecho de hacer valer sus creencias personales por lo que él creía era conveniente, que con el vil asesinato o la recompensa inmediata; se sumaba a esto al entorno, las convicciones en que creció, los prejuicios étnicos, la afición al juego el alcohol y su personalidad impredecible.

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