Estados Unidos - Para las parejas de Hollywood, contraer matrimonio parece tan fácil como pescar un catarro, demostrable por quien saque la inútil cuenta de cuántos se han casado en mitad de una épica borrachera para despertar a la mañana siguiente con jaqueca en la cabeza y anillo al dedo.
En What Happens in Vegas les toca el turno a Joy y Jack (Cameron Diaz y Ashton Kutcher), que ya están planeando urgente anulación cuando, en un casino, él mete la monedita de ella en un traganíqueles con premio gordo de tres millones de dólares. El problema es ahora dividir el dinero en corte de divorcio donde un juez cascarrabias los conmina a seguir casados durante seis meses, so pena de perder su participación en la millonada.
De ahí en adelante, el guión sólo sorprenderá a un hotentote de la jungla que nunca haya visto una paticoja comedia romántica. Cada uno de los enyugados trata de ahuyentar al otro para así apoderarse de la plata. Tras múltiples acusaciones de inmoralidad y adulterio, por supuesto que se enamoran, con un flechazo de Cupido matando a la avaricia que rompe el saco.
Cameron Diaz sale desgreñada y despintada, mientras que el director Tom Vaughan ilumina y fotografía a Ashton Kutcher con el esmero que en su tiempo la Metro le dedicaba a Hedy Lamarr.
Es lógico, porque Vegas va enfilada a un público femenino como date movie que el novio deberá soportar en vez de ir al espectáculo de acción y explosión que pasan en la sala contigua del multiplex.
Con tanto en su contra, Vegas se hace esporádicamente agradable por el esfuerzo conjunto de un reparto secundario, que recluta a Rod Corddry, Lake Bell, Dennis Farina y Queen Latifah. Hay, además, algunos buenos chistes que se incluyeron desde hace semanas en los coming attractions.
Luego, todo se compensa: quien vio el avance no tiene que ver la película.
Fuente: nuevoherald
viernes, 23 de mayo de 2008
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